PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 28 de mayo de 2015

"TERREMOTO LA FALLA DE SAN ANDRÉS", "ZONDA", "PASAJE DE VIDA", ENTRE LO MEJOR DEL JUEVES 28



JUEVES 28 DE MAYO DEL 2015.-
Hay diez estrenos que renuevan la cartelera porteña. Incluyen las dos ficciones argentinas “El incendio”, de Juan Schnitman y “Congreso”, de Luis Fontal, dos directores de cine independiente. En el primer caso, Schnitman centra la historia en un joven matrimonio que debe afrontar la compra de un departamento. Son 90 minutos donde afloran los sentimientos de uno y otro, los encuentros y desencuentros, a través de una sólida narración. En el segundo caso, se trata de un grupo de jóvenes que buscan, a través de una reunión, el ir haciendo la vida, el futuro. Está muy bien filmada, si bien la estructuración de sus personajes resultó un tanto superficial. En el rubro documental, se estrena “Margarita no es una flor”, de Cecilia Fiel, sobre el caso de Ema Cabral, fusilada en la Masacre de Margarita Belén el 13 de diciembre de 1977. Fiel es periodista también e investigó no solo el fusilamiento de Ema sino que, a partir de esta militante, intentó dar un testimonio válido de un crimen de lesa humanidad a manos del “proceso” militar sufrido en el país. Como novedad, está el primer film dirigido, y también protagonizado, por Russel Crowe, “Camino a Estambul”, una historia centrada en la búsqueda de dos hijos que, por la primera guerra mundial, quedaron fuera de la familia. Es una historia conmovedora de amor filial, con muy buena recreación de la contienda bélica. Y sin calificar, indicando que las personas sensibles no concurran a verla, está “Historias de caballos y hombres”, de Benedikt Erlingsson, que muestra la interrelación de la vida y la muerte, y más…, entre el hombre y el caballo. Hay escenas que realmente repugnan y otras que ennoblecen el guión. Es un film que, en nuestro  país, puede generar polémicas y ciertamente herir sensibilidades.
TERREMOTO. LA FALLA DE SAN ANDRÉS 3D
De Brad Peyton. Con Dwayne Johnson, Kylie Minogu, Carla Cugino, Alexandra Daddario y Paul Gimatti, entre otros. Música de Alexandre Desplast. Duración: 114 minutos.
BUENA. ¿EL GUIÓN? BIEN, GRACIAS.
Impresionantes efectos especiales y electrizantes secuencias de rescate nos hacen saltar de la butaca apenas comienza el film. La aparición de Dwayne Johnson, “La Roca”, como rescatista-bombero que es piloto de helicóptero, sonríe a cámara y allí viene una duda: ¿hay un guión sólido o es “otra más” de efectos computarizados? Y, en verdad, sucede esto último a partir de saber que la falla de San Andrés puede provocar uno de los más terribles terremotos de los que se tenga noción para la Humanidad.
Sin embargo, la recreación es alucinante. Cuando vemos al ayudante de Paul Giamatti (un científico experto en sismología) en las entrañas de un gigantesco dique midiendo las “pulsaciones” de la tierra, comprendemos que el desastre telúrico está cerca.
Desde Los Angeles hasta San Francisco, la tierra tiembla de una manera brutal y la película lo muestra a través de efectos notables e impresionantes, como dijimos. El tema pasa por el guión. La historia romántica familiar de Dwayne Johnson hace desvanecer la fuerza de este cataclismo que, en sí mismo, es más contundente que el salvataje inverosímil que emprende “Ray” junto a su ex esposa “Emma”. La búsqueda se centra en “Blake”, la hija de ambos, que ha quedado atrapada en un edificio que se va hundiendo en una ciudad arrasada por un tsunami, posterior al choque de las placas tectónicas. Que en medio de tamaño desastre haya tiempo para que todo se detenga y tenga lugar un beso, nos habla de demasiada tilinguería. Que los únicos sobrevivientes que se ven recorriendo, en un bote con motor fuera de borda, la destruida San Francisco, es muy poco creíble. La puesta en escena es solo para los protagonistas, tan solo dos, en busca de una tercera y un joven junto a su hermano menor que, con alevosía del guionista, se enamoró de la adolescente. Demasiado ramplón y consabido así como es inverosímil el tiempo que la dulce “Blake” pasa sin respirar como para no tener consecuencias neurológicas. Destacamos la banda sonora del último ganador del Oscar, Alexander Desplat, uno de los diez mejores compositores contemporáneos. Las locaciones elegidas son australianas con secuencias en Los Angeles y San Francisco.
La película es atrapante. Descomunales efectos. El guión, lo de menos…
Elsa Bragato
ALUNIZAR
(Land on the moon)
Guión y dirección de Pepa Astelarra y Lucas Larriera. Documental de 100 minutos de duración. Música de Miguel Tennina.
BUENA. TEORÍA ARGENTINA SOBRE LA APOLO XI
El documental de Astelarra y Larriera recrea el primer paso del hombre en la Luna, 40 años después, en nuestro país, concretamente en una desolada salina. Los dos realizadores analizaron el material de archivo que existe sobre el tema y observaron un detalle que los llevó a emprender una investigación inquietante: el disparador de todo fue “un brillo” que observaron al lado de la escalerilla de descenso (Apolo XI) del astronauta Neil Armostrong.
Se preguntan entonces si no fue otro  el astronauta que bajó antes que Armostrong y dio ese famoso primer paso que, desde el 20 de julio de 1969, ha recorrido el mundo en una fotografía icónica. Otros de los interrogantes planteados es por qué la NASA pudo hacer algo así, si fue por seguridad, o bien para que el final de ese alunizaje fuese “como de película” y sin contratiempos. Si los hubo, no se conocieron.
Para poder demostrar estas temerarias inquietudes, los realizadores armaron un símil del descenso en una salina. Se contactaron con la socióloga Mirta Varela, quien escribió un libro sobre la televisión argentina, buscaron los registros de aquella transmisión original, y analizaron el armado televisivo de las imágenes del “Cordobazo” para señalar que, en aquellos años, la carencia de tecnología obligaba a los canales de televisión a pegar, editar, el material que se recibía. Y eso pudo ocurrir con el “alunizaje” y esa “primera pisada del hombre en la Luna”: Armstrong pudo tomar la fotografía de la pisada de un colega que bajó antes que él…
A fin de fortalecer esta teoría, dialogaron con Mónica Cahen D’Anvers, invitada a Cabo Cañaveral para ver el despeque del Apolo XI y la llegada a la Luna, coincidiendo con la socióloga Varela sobre los medios de entonces, muy escasos. Lo cual no quiere decir que Armstrong haya “fraguado” la fotografía de su pisada lunar.
Bien podemos llamar a este documental como “Segunda Teoría de la Conspiración”, sumándose a la ya existente teoría de la conspiración que sostiene que el hombre nunca llegó a nuestro único satélite cósmico. Interesante, inquietante y un buen motivo, en todo caso, para un documental de ciencia ficción nacional.
Carlos Pierre
ZONDA, FOLKLORE ARGENTINO
Documental de Carlos Saura. Director de fotografía: Félix Chango Monti. Coordinación musical: Lito Vitale. Duración: 85 minutos.
BUENA. CÁLIDO VIENTO MUSICAL
Como el viento “zonda”, este documental del maestro Carlos Saura rinde cálido homenaje al folklore argentino. Basándose en su experiencia en este tipo de trabajos, Carlos Saura indaga y recorre el folklore nacional luego de haberlo hecho con “Tango”, nominado al Oscar. Utilizó módulos móviles, de diferentes materiales y formatos, para conformar un espacio escénico elástico, de acuerdo a cada artista, donde la combinación de espejos, grandes y pequeños, pudieran situarse más cómodamente de acuerdo a la luz y al “tiro” de cámara.
Con generosidad, Carlos Saura le da lugar a la música y la danza, desde la zamba pasando por la chacarera, la tonada, la copla, hasta el chamamé y el carnavalito. Hay un desfile de grandes artistas (nos recuerda, con diferencias técnicas y conceptuales, a los filmes nacionales de los 60 y 70) que son la raíz profunda de nuestra música autóctona: Soledad Pastorutti, Jairo, Jaime Torres, Pedro Aznar, Liliana Herrero, Los Carabajal, Horacio Lavandera, entre otros. E incluye, en nostálgicos videotapes en blanco y negro, a Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui.
De norte a sur, de este a oeste, Carlos Saura muestra nuestra cultura musical, rica, generosa en ritmos y en protagonistas, enmarcándola en una narración atrapante y más que disfrutable. Este documental debe darse en las escuelas de todo el país. Es absolutamente didáctico y necesario. Aún con una visión “turística” del folklore, hace más de 40 años que en nuestro país no se reúne a las voces nacionales para un film de esta naturaleza.
Carlos Pierre
PASAJE DE VIDA
Guión y dirección de Diego Corsini. Con Chino Darín, Miguel Angel Solá, Carla Quevedo, Charo López, Javier Godino, Alejandro Awada, Manuel Callau, Andrea Frigerio, entre otros. Música de David Muñoyerro. Duración: 112 minutos. Coproducción hispanoargentina.
BUENA. EL PASADO QUE AÚN LASTIMA
La vida del realizador Diego Corsini tiene relación con la doble ciudadanía y situación social que viven los protagonistas de “Pasaje de vida”: es  un español, residente en Buenos Aires, hijo de argentinos exiliados por razones políticas en Madrid y, a su vez, sus abuelos de Galicia tuvieron que exiliarse durante la Guerra Civil española. Para Corsini, su corazón está partido en dos nacionalidades y herido por el genocidio de las dictaduras militares y gobiernos de facto que lastimaron a sus seres queridos.
Con esta propia vivencia, Corsini encara un film que está dividido en dos tiempos: el pasado militante, guerrillero de “Miguel”, compuesto por un gran Miguel Angel Solá. El “Miguel” joven está a cargo de un convincente “Chino” Darín que tiene una doble responsabilidad: la de protagonizar y la de encarar la fortaleza temperamental de Miguel Angel Solá. Y el presente de “Miguel”, enajenado, con una enfermedad neuronal, que ha quedado en el pasado. Está junto a su mujer, que encarna Charo López, a quien la argentinidad no le sale por más que quiera, compañera de militancia de “Miguel”. En su juventud está encarnada por la promisoria Carla Quevedo.
El amor, la pasión, los ideales, se entremezclan como el pasado y el presente en la mente de “Miguel”. Dos épocas, dos tiempos, dos realidades que conviven en su confusa memoria, o en su desmemoria aferrada al pasado. El ir y venir en el tiempo están subrayados en la narración, no quedan dudas de que Diego Corsini maneja esta dualidad con seguridad y a sabiendas. También marca el regreso de Miguel Angel Solá al cine nacional con un tema caro a sus sentimientos y sus ideales, que lo obligaron al exilio.
El título del film alude tanto a un momento en la vida de “Miguel”, es evidentemente “un pasaje de vida”, como también podemos encontrar una relación con el “paso” a la clandestinidad del movimiento guerrillero nacional. El film puede resultar polémico pero no hay dudas de que Corsini sabe de lo que habla por su doble ciudadanía, por el sufrimiento familiar de exilios constantes desde sus abuelos. Hay una excelente dirección de arte en la reconstrucción de época, una fotografía lograda, y una narración que, a pesar de cabalgar en dos épocas, no se desmadra. Para ver.
Carlos Pierre
MIL VECES BUENAS NOCHES
De Erik Poppe. Con Juliette Binoche, Nikolaj Coster-Waldau, María Doyle Kennedy, Larry Mullen Jr, Mireille Darc, entre otros. Música de Armand Amar. Duración: 111 minutos. Coproducción de Irlanda, Noruega y Suecia.
MUY BUENA. BINOCHE EN NOTABLE INTERPRETACIÓN
Erik Poppe, noruego, fue corresponsal de guerra en conflictos cruentos. Y considera que esta película, “Mil veces Buenas Noches”, es autobiográfica. Se plantea la profesión en sí y la relación con la familia, hasta dónde ésta queda relegada cuando la pasión por un oficio supera el amor por los seres queridos. Juliette Binoche compone a una madre de dos hijas semi adolescentes siendo reportera gráfica en Medio Oriente y Africa, donde enfrenta situaciones límites. Muchas de las que oculta a su marido, que cumple en el hogar las veces de madre y padre. Decidida a dejar su trabajo, la tientan para viajar al límite de Sudán y lo hace con su hija Steph (Lauryn Canny), quien vivirá con su madre un tremendo momento. Será el desencadenante de una difícil situación conyugal que la pondrá entre la espada y la pared. He aquí donde Binoche se revela como una actriz de matices insospechados, a cara limpia, sin temerle a las incipientes arrugas ni a la falta de “glamour”. Sus miradas, su gestualidad, enriquecen su rol: desde el horror ante una mujer-bomba hasta el dolor profundo del cuestionamiento de sus hijas, y el sufrimiento como mujer ante la rebeldía de su marido ante tanta soledad y responsabilidad. Todo está dicho en el rostro de Binoche. El “corte” que Poppe hace entre el trabajo de la reportera y la vida familiar no produce una ruptura en la tensión narrativa sino que la mantiene desde otro ángulo. Un film para pensar y para emocionarse.
Elsa Bragato

jueves, 21 de mayo de 2015

LA NACIOINAL "TOKIO·, "INCOMPRENDIDA" Y "MOTIVACIÓN CERO", LO MEJOR DEL JUEVES 21



JUEVES 21 DE MAYO DEL 2015.-
Varios estrenos que incluyen un film nacional protagonizado por Graciela Borges y Luis Brandoni. Entre los estrenos, están “Mientras somos jóvenes”, de Noah Baumbach, con Ben Stiller y Amanda Seyfried, entre otros. Y el documental “Damiana Kryygi”, de Alejandro Fernández Mouján, sobre una niña Aché capturada en 1896.-
TOMORROWLAND
De Brad Brid. Con George Clooney, Britt Robertson, Hugh Laurie, Katie Cassidy, Thomas Robinson, entre otros. Música de Michael Giacchino. Duración: 130 minutos.
REGULAR. CLOONEY EN FUTURISMO DESANGELADO
La factoría Walt Disney trae a la pantalla otra historia “lavada”, En este caso, un proyecto altruista a George Clooney, quien puso todo su peso específico (trayectoria y “celebridad”) al servicio de su rol. Es el caso del niño prodigio de la ciencia que alguna vez fuera (“Frank Walker) y que se transforma en un ser desilusionado y hastiado del mundo.
En la realización de Tomorrowland, se logró una contraposición a este hastío a través del personaje de la adolescente “Casey Newton” (Britt Robertson), quien es brillante y optimista, con una curiosidad científica a prueba de todo.
Así surge esta “tierra del mañana” donde los hombres tienen una sociedad altamente sofisticada y librada de los desencuentros terrenales en contra el pesimismo social y el desencanto, el nefasto rigor de la política monetaria y las consecuencias de la desigualdad.
Están además todos los recursos técnicos puestos en marcha para que “Tomorrowland” sea un film atrapante. Sin embargo, falta emoción que queda opacada por discursos pseudofilosóficos, trabándose la empatía con la narración visual. Hay un transcurrir lineal entre robots malignos y el viaje que emprenden los protagonistas (Clooney-Robertoson) hacia ese futuro promisorio perseguidos sin ton ni son.
El mal siempre tiene su contrapartida en el bien… En este caso, es Athena (Katie Cassidy), robot “adolescente” que intenta salvar a os viajeros del fracaso. Lo consideramos un pequeño hallazgo en este “atravesado” guión cuanto menos.
Ayudan en algo las bellas locaciones elegidas para filmar (Vancouver y Surrey y Valencia en España), así como la banda sonora del maestro Micahel Giacchino. En síntesis, a esta “tierra del mañana” le falta pasión, es lineal, tiene un buen comienzo y se cae en la mitad pasando de una historia futurista a un policial sin sustento.
Carlos Pierre
TOKIO
De Maximiliano Gutiérrez. Con Graciela Borges, Luis Brandoni y Guillermina Valdés, entre otros. Música de Jerónimo Piazza. Duración: 90 minutos.
MUY BUENA. BRANDONI Y BORGES EN ROMÁNTICO DUELO ACTORAL
Sin llegar a la capital del Japón, Tokio, hay una relación entre ésta y uno de los protagonistas de esta comedia romántica cordobesa con dos íconos de nuestro cine: “Gra” Borges y Luis Brandoni. La historia se centra en Salsipuedes, Córdoba, y en un club nocturno de jazz llamado “Bourbon”, como ese viejo whiskey norteamericano de la colorida New Orleans.
Luis Brandoni interpreta al pianista del club, “Goodman”, quien hizo presentaciones en Tokio alguna vez. En uno de sus brazos tiene un tatuaje en japonés que recuerda ese pasado.  Hasta allí va “Nina”, encarnada por Graciela Borges, con un pasado enigmático en su alma.
Hay una excelente ambientación lograda por la fotografía y la iluminación, velas encendidas que colaboran con el tono intimista y cálido de la historia, llevándose las palmas el director de fotografía Horacio Maira quien logró excelencia en su trabajo.
Goodman (que no tiene que ver con el clarinetista Benny Goodman sino con la traducción literal del inglés: buen hombre) seduce a Nina, quien se muestra evasiva. Brandoni es un maestro en este tipo de performances, persuasivo, agradable, con un tono de voz sugestivo. Borges es, per se, una actriz a quien la cámara ama; su rostro, su voz, son profundamente seductores. Nina y Goodman mantienen diálogos crecientes en intensidad, inteligentes, incisivos, tratando de enamorarse pero de no volver al pasado que cada uno esconde.
Sin lugar a dudas, Graciela Borges y Luis Brandoni son dos puntales atrapantes, con actuaciones creíbles que tocan el corazón. Logran un retrato sutil de cualquier relación entre un hombre y una mujer solos pero aún con esperanzas. La aparición de Guillermina Valdéz es fugaz pero sugestiva. Compone a la hija de Goodman.
Esta comedia nacional nos regala la actuación de dos grandes actores, queridos por el público, y, como dijimos, íconos de nuestra escena. El film se vuelve entrañable, conmovedor por momentos, muy romántico, basándose en una relación que se intuye y que no deviene más que en sugestión amorosa. El cine cordobés alcanza una gran expresión cinematográfica con esta pequeña gran historia de amor encarnada por dos actores para quienes los elogios resultan pocos. Es un film redondo, sin pretensiones pero efectivo, uniéndose la excelencia de los protagonistas a la cuidada realización. Puede resultar muy teatral, es cierto también, pero estos dos actores nos transportan. Así que le ponemos un “muy bueno”! Con talento se logra mucho más que con efectos especiales.
Carlos Pierre
POLTERGEIST
De Gil Kenan. Con Sam Rockwell, Jared Harris, Rosemarie DeVitt, Saxon Sharbino, entre otros. Música de Mare Stretenfeld. Duración: 93 minutos.
REGULAR. SEGUNDAS PARTES…
En 1982 asistimos al estreno de “Poltergeist” (palabra derivada de dos vocablos alemanes) cuya protagonista era una pequeña abducida por fuerzas sobrenaturales (traducción del vocablo compuesto del título). La remake dirigida por Gil Kenan se aparta un tanto del original para ingresar al plano virtual, los seres del más allá que no abandonan la tierra, empleando una tecnología que le permite jugar con oscuridades y calaveras con malas intenciones. Pero no consigue el mismo efecto. Veamos: en la primera película, una familia acomodada compraba una casa asentada sobre un viejo cementerio, barrio elegante. Los objetos eran movidos por telekinesis, las fuerzas sobrenaturales se iban manifestando de a poco hasta abducir a la pequeña en una secuencia aterradora. En esta realización, con Sam Raimi como uno de sus productores, la familia Browen se muda a un suburbio, condiciones económicas menores que las de los 80, totalmente asentado sobre un viejo cementerio.
Los pequeños “Maddy” y “Griffin” (Kennedy Clements y Kyle Catlett) son los menores de tres hermanos y los que tienen la capacidad de “ver” a esos espíritus que ahora están en un clóset, viejo recurso. Y empiezan a surgir, con notable lentitud en la narración, elementos que son comunes en los últimos 15 años a todos los films de terror: un payaso de sonrisa maquiavélica, un exorcista que quiere inmolarse, una insólita historia de amor entre éste y una de las parapsicólogas que van a socorrer a la familia (como en el primer film), más de lo mismo a través de un relato maquinal, de “factoría”.
La pequeña es abducida por estas malignas fuerzas, llamando la atención la pésima actuación de Rosemarie DeWitt como su madre para quien la desesperación de perder a su hija, aunque sea en forma momentánea, se resuelve rápidamente con una sonrisa al escucharla a través de una pantalla “led”. Desde ahí en más, el film transcurre por sustos crecientes, con ausencia absoluta de compenetración en los roles por parte de los actores. No falta la apoteosis de gritos, incendios, choques, derrumbes, que ciertamente nos sobresaltan, agregando una perlita más: los Browen dejan atrás semejantes desgracias como si nada mientras la policía llega a un barrio que no se ha conmovido por tanto escándalo viviendo todos sobre el mismo cementerio. Técnicamente, los recursos utilizados no son novedosos. La “virtualidad” no compensa el endeble guión. A nivel actoral, solo los pequeños transmiten convicción. Hay demasiados cabos sueltos como para que esta historia cierre…
Elsa Bragato
INCOMPRENDIDA
De Asia Argento. Con Giulia Salerno, Charlotte Gainsbourg, Gabriel Garko, entre otros. Música de Brian Molko, James Magas, Justin Pearson. Duración: 103 minutos. Coproducción Italia-Francia.
MUY BUENA. HIJOS DE LA DISFUNCIONALIDAD
Asia Argento, hija del afamado director Dario Argento, llega con su cuarta película a nuestra cartelera, tal vez un trazo grueso dentro de sus realizaciones pero que no la invalida dada la calidad interpretativa de Giulia Salerno, la protagonista que encarna a “Aria” siendo el puntal de la historia. “Aria” impacta y sobrecoge por su actuación como una preadolescente negada afectivamente por su madre, Charlotte Gaingsbourg, quien compone a un concertista de piano sin mayor relevancia, y su padre, el actor Gabriel Garko, un actor también en la ficción con pinta y nada más.
“Aria” ve que sus padres están más unidos a los hijos de sus anteriores relaciones que a ella. Y, con valor y desparpajo sublimes, busca llamarles la atención, junto a su amiga (Alice Pea) y un gato negro, al tomar una difícil decisión. Su maleta y su mascota son las compañías de “Aria” cuando decide abandonar el hogar y lanzarse a un itinerario que será doloroso, encontrando personajes desprotegidos, drogándose, pasando noches a la intemperie. Es aquí donde se aprecia el talento de la joven actriz por los matices expresivos que alcanza y cómo Aria Argento puede llegar al alma de la jovencita con su cámara. El ”quid” de este film.
Con “Incomprendida” respiramos “cine”. La mano “Argento” está presente a través de la actuación de Giulia Salerno quien obtuvo por este papel una Mención Especial del Sindicato Nacional de Periodistas y Cine de Italia el año pasado. Más que merecido. Lleva todo el peso del film, solo tenemos ojos para ella y su historia de abandono afectivo, acompañada por una realización muy sólida. Esta joven “incompresa” en italiano o “incomprendida” en castellano nos llega al corazón porque, de este lado de la pantalla, cada gesto suyo es comprendido, mérito de la actriz y de la directora. Un muy buen film que muestra las flaquezas de las familias ensambladas cuando el amor es lo que brilla por su ausencia.
Carlos Pierre
CENIZAS DEL PASADO  (BLUE RUIN)
De Jeremy Saulnier. Con Macon Blair, Devin Ratry, entre otros. Duración: 90 minutos.
BUENA. LINEAL PERO INTENSO THRILLER
Jeremy Saulnier logra una sólida aunque lineal realización con “Blue rain” o bien “Cenizas del pasado”, que resume muy bien el argumento. Centrado en un vagabundo, “Dwight Evans” (Macon Blair) nos muestra con morosidad detallista tanto en la actuación como en las secuencias sus esfuerzos para sobrevivir comiendo de la basura, viviendo en un coche viejo, escondiéndose en algunas playas, robando “un baño” en el vecindario. El pasado está cuando es llamado por la policía quien le avisa que los asesinos de su familia han quedado en libertad. Es aquí donde el film deja la parsimonia, útil en la primera parte, para ingresar en una espiral creciente de violencia y de venganza.
Uno de los logros en este film es que nada es explícito. Si bien hay una narración casi contemplativa al comienzo, no se dan datos que hagan obvia la historia sino que es el espectador quien va enlazando el presente con el pasado de “Dwight”. De esta manera, se llega a momentos de una intensidad “gore” inesperada, que sobresalta, comprendiéndose que de allí no se saldrá más. La venganza es múltiple, y los hechos se van encadenando de manera tal que un comienzo casi bucólico termina siendo un estremecedor policial. Nada es nuevo; en este sentido, el argumento es lineal. La actuación de Macon Blair y la cámara de Jeremy Saulnier son los secretos de este buen policial.
Elsa Bragato
MOTIVACIÓN CERO
De Talya Lavie. Con Dana Ivgy, Nelly Tagar, Meytal Gal, entre otros. Música de Ran Bagno. Duración: 97 minutos.
MUY BUENA. PUNZANTE COMEDIA ISRAELI
Ganadora del Festival de Cine de Tribecca, New York, 2014, “Motivación Zero” resume las vivencias de cinco mujeres en la base israelí Shizafon, ubicada en el desierto. Es un valioso retrato que la joven directora Talya Lavie realizó incluyendo sus propias vivencias como personal administrativo de las fuerzas armadas de Israel.
“Zohar”, la superrebelde, y “Daffi”, la soñadora empedernida, son el centro de esta historia donde se muestran las falencias de un grupo humano alejado de las ciudades y dispuesto a entrar en lucha. Las mujeres cumplen un rol de sometimiento, aún quienes ostentan rangos de oficiales: servir el café, alegrar a los soldados, realizar esforzados cursos de superación que las devuelven al mismo cargo, son solo algunos de los subtemas que Lavie desnuda en tres historias engarzadas que solo cambian por un leve giro hacia una de las dos protagonistas. En la primera, es “Daffi” quien se cuestiona su aburrido presente, mientras que en la segunda será “Zohar” quien guía la narración, siendo la tercera la que une a las dos en una situación buscada por ambas a nivel personal pero que en nada cambiará la vida que tienen. El destino está echado: son mujeres.
El film retrata con fina ironía y mucha agudeza desde el drama más intenso de una joven enamorada hasta el deseo de mejorar de situación profesional de otras, los celos entre las mujeres, el poder que marea a algunas y la brutal caída de todas en la realidad porque las leyes son esencialmente masculinas.
El cine israelí siempre sorprende con películas sólidas, basadas en historias que reflejan desde las convicciones religiosas hasta situaciones como las de esta película de Lavie. Las mujeres pueden verse muy bien retratadas por la mano de la directora mientras que para los varones hay una serie de situaciones que pueden llamar a la reflexión. Una comedia muy bien realizada.
Elsa Bragato