PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

AQUÍ ESTÁN NUESTRAS CRÍTICAS E INFORMACIÓN GENERAL SOBRE CINE

jueves, 14 de febrero de 2013

"LOS MISERABLES" Y "DURO DE MATAR 5", ENTRE 6 ESTRENOS DE CINE, JUEVES 14


JUEVES 14 DE FEBRERO DEL 2013.-
Hay seis estrenos en fílmico. No comentamos “Mala” de Adrián Caetano ni el muy buen documental “El árbol de la muralla”, ambas argentinas.
LOS MISERABLES
De Tom Hooper. Basado en el  musical francés estrenado en 1980. Con Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Sacha Baron Cohen, Helena Bonham Carter, Eddie Redmayne, Amanda Seyfried, entre otros. Duración: 137 minutos.
MUY BUENA. GRAN HISTORIA ÉPICA QUE TRASCIENDE LA CLÁSICA COMEDIA MUSICAL
LA HISTORIA Y EL ARGUMENTO DEL MUSICAL
“Los miserables”,  escrita por Víctor Hugo, fue publicada en 1862. El gran escritor romántico fue un defensor acérrimo de la libertad en todas sus manifestaciones, de los derechos de los pueblos y, en esta obra, acerca los estereotipos de aquellos personajes que amó y que odió de su propia sociedad. La historia está inspirada, según Víctor Hugo, en un personaje que detestó y fue Vidocq, criminal francés quien, ya redimido, fundó la Policía Nacional Francesa. La ubica en la Revolución de 1830, que sucedió a las Tres Gloriosas Jornadas que llevaron al trono a Luis Felipe I de la casa de Orleans, obligando a Carlos X, de los Borbones, a huir. Se impuso la monarquía parlamentaria y, desde Luis Felipe I, los reyes no tuvieron condición divina sino que eran ungidos por el pueblo. Es el período en el que surge el movimiento obrero y se apoya el sufragio.
Dentro de este contexto histórico, Víctor Hugo ubicó a sus personajes: Jean Valjean (Hugh Jackman) es prisionero por haber robado un mendrugo de pan, su vida está en manos del implacable policía Javert (Russell Crowe). Valjean es liberado y logra rearmar su vida teniendo una gran empresa. Una de sus empleadas, sin que él lo sepa, la frágil Fantine (Anne Hathaway), es echada  a la calle por su capataz. Tiene una  hija pequeña, Cosette ( ese rostro de nena que caracteriza toda publicidad de esta gran obra). Fantine muere y Valjean va hasta el hogar de los Thenardier (posaderos que ofrecían cerveza y prostitutas), encarnados por Sasha Baron Cohen y Helena Bonham Carter (esposa de Tim Burton), para hacerse cargo de la pequeña. Ambos huyen y viven en una casa de las afueras ocultos de la mirada del feroz policía Javert.
Pasa el tiempo, y , en un paseo por la ciudad, Cosette , ya  una jovencita muy bella, se enamora de Marius (Eddie Redmayne), revolucionario quien, junto a sus compañeros, dará batalla a las fuerzas leales a Carlos X de los Borbones armando las barricadas. Aparece Eponine (Samantha Barks), que está enamorada de Marius y finalmente le dice dónde vive Cosette.  Marius es herido en la sangrienta lucha, lo salva Valjean, perseguido por Javert. Los jóvenes podrán vivir su amor mientras Valjean confiesa que se ha enamorado de Cosette. Javert no soporta su propia maldad y se suicida. El amor y la libertad triunfan con un añadido sociopolítico: es un sacerdote quien le ofreció salvación a Valjean y su imagen aparece nuevamente sobre el desenlace. Es este sacerdote quien le regaló dos costosos candelabros de plata de un altar para que Valjean pudiera venderlos y sobrevivir justo cuando Javert lo iba a encarcelar nuevamente por ladrón. Víctor Hugo unió la visión de una iglesia cercana a los pobres con la lucha sociopolítica. Pero los miserables siempre están, encarnados por el matrimonio Thenardier, corrupto y venal.
DE LA LITERATURA AL MUSICAL Y AL CINE
La obra de Víctor Hugo fue llevada al teatro en 1980. El compositor es Claude-Michel Schönberg y los letristas Alain Boublil y Jean Marque Natel, basados en el texto de Víctor Hugo, la convirtieron en musical. El productor británico Cameron Mackintosh (quien ha participado del film como productor) se encargó de que la obra fuese adaptada al inglés en 1982, trabajando con los realizadores franceses y Herbert Kretzmer, siendo estrenada en Londres en 1985. Desde ese entonces, es uno de los más grandes musicales épicos concebidos. El argentino Gerónimo Rauch, ex “Mambrú”, fue Jean Valjean en España y actualmente realiza la versión inglesa en Londres. En 2010 la obra cumplió 25 años y se inició un “revival” de la misma en España y Londres. Es curioso que nadie recuerde el debut en el Teatro Apolo de París en 1982 de esta obra, hecho que queremos destacar. No es un musical inglés sino francés.
TOM HOOPER Y SU VERSIÓN CINEMATOGRÁFICA
Llevar al cine un musical épico es un trabajo notable, difícil, casi imposible especialmente por tratarse de un relato épico. En este sentido, Hooper supo suplantar el escenario por las tomas en primer plano de los personajes. Es decir, mientras en la versión teatral los personajes conviven en distintos sectores y, cuando les toca su parte, un seguidor los ilumina sin que el resto del elenco tenga que salir por el foro, en el cine la cuestión fue resuelta con el primer plano súbito, casi con “zoom”, mientras los efectos digitales lo ubicaron en otra locación. O bien en otra escenografía.
Este manejo de la cámara con los efectos digitales fue efectivo pero le restó emoción a la mayoría de las canciones que el elenco cantó en vivo en el estudio (un hecho poco frecuente en el cine). De todas maneras, fue la mejor solución cinematográfica. Hugh Jackman es un avezado actor de musicales en Broadway y dotó a sus interpretaciones de fuerza. Russell Crowe es un buen cantante de bandas (tuvo una hasta el 2005) y también un buen actor teatral. Pero sus parlamentos cantados suenan más a recitados que a emotivas canciones, como en realidad lo son. En el caso de Anny Hathaway, su “Fantine” es emotiva y la actriz lográ una muy buena perfomance vocal. No ocurre lo mismo con Amanda Seyfried como “Cosette” adulta, cuya voz es muy poco agradable. Los Thernadier tienen temas más briosos y alegres por lo que las cualidades vocales pasan más desapercibidas (Sasha Baron Cohen y Helena Bonham Carter).
El hallazgo de Cooper es el montaje cinematográfico: la resolución con primeros planos de los solistas que, en teatro, comparten el espacio. Las barricadas, que forman parte de los momentos más emotivos del musical, no se apartan de la realización teatral y esto sí llama la atención. Quedan pequeñas, notándose la “costura” de la escenografía. En la versión argentina, que parece que nadie recuerda (elenco encabezado por Carlos Vittori, Juan Rodó y Elena Roger, 2000), la finalización del primer acto con las barricadas, prestos los revolucionarios a la lucha, se unió el gran tema “Escuchas al pueblo cantar?” a la Marsellesa, dotando al musical de una emoción vibrante e inolvidable.
Las secuencias que más nos impactaron por realización en todos los aspectos, incluyendo el vocal, fueron la inicial con Hugh Jackman bajo el látigo de Russell Crowe, “Fantine”- Anne Hathaway en las calles y su muerte, la salvación de Marius por Valjean recorriendo las cloacas parisinas, la miserable alegría de los Thernadier, y las luchas. El suicidio de Javert-Russell Crowe es una buena secuencia pero se descubre fácilmente la utilización de los efectos especiales, restándole impacto.
A pesar de la falta de emoción en las interpretaciones, con excepción de Hugh Jackman y, en cierta medida, de Anne Hathaway aunque resulta muy afectada, la película de Tom Hooper tiene el enorme logro de llevar el musical más notable al cine. Notable por sus personajes y por su reivindicación de las libertades del ser humano, surgidos de la noble pluma del gran Victor Hugo.
Para quien no ame la ópera o no disfrute de los parlamentos cantados de pe a pa, como ocurre en esta obra, no es la película indicada para ver. Ya no estamos en los 60 cuando “Los paraguas de Cherburgo”, con música de Michel Legrand, rompía todos los moldes y Catherine Deneuve alcanzaba el estrellato con una taquilla inolvidable por “hablar cantando”.
Los Miserables según Hooper nos gustó pero no nos conmovió. Reconocemos el gran esfuerzo. Sin embargo, el tratamiento dado al musical en sí no nos convenció.
Destacamos los temas más famosos: “i dreamed a dream”- “Soñé un sueño” (que popularizó en los últimos años la inglesa Susanne Boyle),  “Escuchas al pueblo cantar?” y la inicial “What have I done?”-“Qué he hecho.
No olvidemos que es un musical francés y que en la Argentina tuvo una de las mejores representaciones.
Elsa Bragato
 “5-5-5”
De Gustavo Giannini, con Antonio Birabent, Gonzalo Suárez, Belén Chavanne, con participaciones especiales de Norman Briski, Daniel Fanego, Nancy Anka, Ricardo Bauleo, Pochi Ducasse, Rolando Graña, Adrián Yospe y Atilio Pozzobón. Música de Antonio Birabent (“5-5-5”). Duración: 125 minutos.
BUENA. DIFÍCIL INCÓGNITA DE PARRAVICINI
Este film tardó bastante en ser estrenado y coincide con la llegada de algunos asteroides, según la NASA, a la Tierra, en estos días de febrero. “Gabriel” es un profesor que encarna muy bien Antonio Birabent, una alumna se le acerca, lo ayuda a superar el mal trance con su esposa, pero desaparece. “Gabriel”  encuentra entonces motivos para investigar la profecía “5-5-5” de B.Parravicini.
La película tiene un buen comienzo pero rápidamente cae en secuencias muy extensas que, si bien nos explican el por qué de la soledad de “Gabriel”, aletargan la narración en demasía. Pocos personajes: secunda a Birabent el eficaz González Suárez (comerciales y hoy en “Mi amor mi amor”, Telefé), así como la participación de grandes actores (Anka, Briski, Fanego, Bauleo, entre otros) jalonan su búsqueda de certezas e interrogantes.
El tema es muy interesante, Antonio Birabent tiene muy buena actuación junto a Gonzalo Suárez, y el elenco es un gran soporte para los dos protagonistas. Sin embargo, quedan muchos interrogantes, ciertas  elipsis inoportunas (cuando Gabriel se reencuentra con la joven y ésta tiene un niño con sus mismos ojos claros, mientras al lado de chica hay un supuesto marido que jamás tiene un plano corto y se nota que es un extra sin permiso de hablar), y un efecto especial sobre el final que tiene relación forzada con la profecía diagramada por Parravicini (sobrino de Florencio Parravicini).
Nos da la impresión de que, con un poco más de presupuesto, se habría logrado un film muy intrigante. O bien el montaje pudo ser más picado, más ágil, generando una sensación creciente de thriller.
Elsa Bragato

DURO DE MATAR 5; UN BUEN DÍA PARA MORIR
De John Moore. Con Bruce Willis, Jai Courtnay, Mary Elizabeth Winstead, Sebastián Kock, entre otros. Música de Marco Beltrami, con alguna “colaboración” de Beethoven. Duración: 120 minutos.
BUENA. BRUCE WILLIS COMO “TERMINATOR”
Hay que calificar como “buena” a este film sin argumento y con tiros y efectos especiales increíbles solamente por estos últimos. El regreso de Bruce Willis a su personaje más querido, John McClane fue un triunfo personal del actor. Pero de 1986 a este film ha corrido mucha agua bajo el puente y hoy nos encontramos con batallas campales de tiros, persecuciones, destrucciones de edificios, helicópteros que cargan camiones rompiendo todo en su andar, rotura de cristales al por mayor, sin mayor explicación.
En principio, el personaje McClane va en busca de su hijo Jack, a cargo de Jai Courtnay, quien está en Moscú como agente secreto de la CIA y no se sabe bien si tiene que proteger a un ruso por un expediente que tiene relación con uranio y que va a declarar ante la justicia moscovita o qué. En definitiva, el famoso preso es salvado tras una terrible y alocada explosión en la que aparece insólitamente “papá” John en medio de tiroteos y de una calle que no es precisamente tranquila dado que le pasan rozando los coches de los malhechores y de su propio hijo.
Hay una secuencia inicial muy endeble: cuando John McClane llega a Moscú, el taxista que lo traslada hacia donde está su hijo sabe hablar inglés. ¿Ruso o neoyorquino? Luego, la irrupción de Bruce Willis en medio de tiroteos y de persecuciones por autopistas moscovitas tampoco se comprende – a los efectos narrativos- porque, si bien sigue el camión o extraña comby de su hijo, lo hace como quien conoce de memoria esos caminos. Y encuentra siempre la mejor forma, estrafalaria y explosiva, para correrse de carretera aunque tenga que aplastar coches con conductores. Un “sorry” es suficiente.
Nadie va a negar que hay entretenimiento puro pero se esperaba mucho más de John Moore y de Bruce Willis, quien tiene buen ajetreo físico aunque haya habido dobles en secuencias de enorme peligro. Nos entretuvo pero no hay más para comentar. Tuvimos la rara experiencia de ver un film sin argumento.
Elsa Bragato
LA MULTITUD
BUENA.
De Martín Oesterheld. Documental. Duración: 60 minutos.
BUENA. MULTITUDES AUSENTES DE DONDE DEBIERAN ESTAR
Con un elocuente tratamiento documental, poblado de silencios y sustentado por una fotografía abarcadora de dos espacios de diversión popular como fueron la Ciudad Deportiva de Boca, construida durante el gobierno de facto de Onganía, y el Parque de Diversiones Interama, inaugurado a finales de la última dictadura militar, el realizador Martín Oesterheld muestra las ruinas de un pasado que solo quedó en promesa. Hoy es desolación lo que tuvo que estar poblado por multitudes.
En estos lugares hay otro tipo de multitud, de aglomeración anónima, indigentes, empobrecidos inmigrantes, entre pastizales y basurales. Linderos a estos dos espacios se levantan el barrio Rodrigo Bueno y la Villa 20. Sus habitantes viven a espaldas de esa construcción actual que se levantan imponentes, con la mirada puesta lejos de la precariedad exasperante.
Oesterheld expone con certero manejo de la cámara la desolación de dos predios de las décadas del 60 y 70, en contraste con las torres habitadas cercanas. Es una mirada sobre dos emprendimientos surgidos de períodos militares, hoy silenciados y testigos mudos de dos épocas tristes. Resulta un documental muy interesante.
Carlos Pierre