PANTALLAZOS (CRÍTICAS DE BRAGATO Y PIERRE)

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jueves, 30 de agosto de 2012

TODOS TENEMOS UN PLAN, ELLES,VACACIONES EXPLOSIVAS, POSESIÓN SATÁNICA, JUEVES 30 DE AGOSTO


JUEVES 30 DE AGOSTO DEL 2012.-

Hay seis estrenos. No comentamos “Fuera de Satán”, de Bruno Dumont, y “La máquina de hacer estrellas”, argentino-chilena, dibujos animados.

TODOS TENEMOS UN PLAN

De Ana Piterbarg. Con Viggo Mortensen, Daniel Fanego, Sofía Gala Castiglione, Soledad Villamil, entre otros. Música de Lucio Godoy y Federico Jusid. Duración: 118 minutos.

MUY BUENA. THRILLER APASIONANTE E INTENSO CON NOTABLES CLIMAS Y ACTUACIONES

Viggo Mortensen filma por primera vez en la Argentina, su país de adopción por haberse criado aquí hasta los 11 años. Y lo hizo en la película Todos tenemos un plan de la debutante Ana Piterbarg, donde compone dos personajes, hermanos gemelos con vidas opuestas. Lo secundan Sofía Gala y Daniel Fanego.

Estamos frente a un film de contrastes en los personajes y en lo narrativo. Los climas van desde un tono melancólico y suave hasta explotar, en segundos, en una conmoción que sacude al espectador. No hay una explicitación de lo que va a acontecer y esto ayuda a que cada uno de nosotros deba mantener su atención en lo que ve para comprender, a través de las secuencias, la densa historia que se desarrolla en la ciudad de Buenos Aires y en el Delta.

Agustín es un médico reconocido que está aburrido de su vida; su esposa, encarnada por Soledad Villamil, desea adoptar un niño, pero Agustín siente que ése “no es su plan” y debe cambiar. El destino lo reencuentra con su hermano Pedro, que se quedó en la vieja casa paterna del Tigre, un hombre relacionado con la delincuencia y gravemente enfermo. La muerte de Pedro, de manera trágica y brutal, le permite a Agustín adoptar su personalidad y abandonar su rutinaria vida para regresar a la casa paterna. No será sencillo hacerse pasar por su hermano y sobrevendrán no pocas complicaciones y hasta el amor con la jovencita que ayudaba a Pedro y ahora lo ayuda a él en los colmenares, tarea que debe recomenzar a esta altura de su vida.

Los climas que genera Piterbarg son excelentes. Atrapan al espectador fuera aún de las secuencias más emocionantes que, de alguna manera, nos devuelven al Mortensen de “Una historia violenta”, aquí también muy bien logradas. Es que la directora maneja con habilidad el pase de la calma a la tormenta feroz. En este sentido, cuenta con la música incidental de Jusid y Godoy, quienes han creado una banda sonora funcional a la narración y a los personajes, por lo cual se vive la densidad dramática con generosidad. Pero sin exceso.

La fotografía, esos riachos laterales del Delta y sus casas montadas en largos caballetes de madera para huir de las inundaciones, es inobjetable. Producen el escape que no solo necesitan los personajes para trasladarse sino también el espectador: un remanso de verdes y azules luego de la furia.

Viggo Mortensen compone dos notables personajes, a la altura de los filmados con el canadiense David Cronenberg, Una historia violenta (2005) Y Promesas del Este (2007). Opuestos, resueltos notablemente en sus encuentros gracias a la actual tecnología, y cada uno de ellos (Agustín y Pedro) con los tics y el lenguaje adquirido en sus mundos diferentes (uno, el porteño de ciudad; el otro, el hombre duro del Delta). Por su parte, Sofía Gala Castiglione, vuelve a mostrarnos su enorme capacidad actoral y su autenticidad. Es creíble sonriendo o amando así como llorando. Daniel Fanego es otro notable actor que es el antihéroe: siempre dota a sus trabajos de credibilidad, de carnadura, de solidez. Lo mismo puede decirse de Soledad Villamil, que pasa de la calma rutinaria al drama con perfección, siendo verosímil siempre. Su personaje, el de esta esposa que no comprende el cambio de rumbo de su marido (Agustín), está presente en algunas secuencias claves y es tan notable su performance que son suficientes para que todo el film esté impregnado de su personaje ausente, alguien que deja de estar “en el plan” de Agustín.

Podemos preguntarnos cuál es el plan de estos personajes al que alude el título de la película. Y la respuesta más sencilla es que todos tenemos in mente algo para salir de la miseria espiritual más que de la material y que además todos tenemos un plan inconciente para sobrevivir a cada golpe que nos da la vida. O que nosotros podemos dar. La consecuencia será ese plan que buscábamos y frente a esta nueva instancia de la vida hay que tener agallas y seguir adelante, aún con la muerte a cuestas. A pesar de esta abstracción que hacemos para entender el objetivo del guión, éste es concreto y contundente. No hay lugar para otra cosa que no sea la vida misma en diferentes contextos.

Nos parece un film atrapante, bien realizado, bien actuado, que logra el objetivo de atraparnos de principio a fin y al que no le encontramos “la costura” del revés aún con la complejidad del montaje que exigió. Nos atrapó.

Elsa Bragato

ELLES

De Malgorzata Szumowska. Con Juliette Binoche, Joanna Kulig, Anais Demoustier, entre otros. Música de Pawel Mykietyn. Duración: 99 minutos.

BUENA. UN RELATO ATREVIDO SOBRE LA INTIMIDAD DE LAS MUJERES

Muy apropiado es el título del film para la narración propuesta: Elles – Ellas, porque hace un juego de vocablos que tiene que ver con el quid de la trama. Elle es la afamada revista donde trabaja la periodista Anne (Juliette Binoche), quien debe escribir un artículo sobre las jóvenes universitarias que se prostituyen para poder pagarse sus carreras. En este caso, Anne encuentra a dos estudiantes, “Elles” o bien Alicja (Joanna Kulig), desenfadada y seductora, y Charlotte (Anais Demoustier), tímida y apocada, procedente del interior del país que sueña con una vida más holgada en todo sentido.

La película es netamente femenina y se detecta la mano de la directora, quien llega al centro de la cuestión en el cuerpo de estas mujeres, que tienen todo el erotismo posible por edad y se ven envueltas en secuencias de alto voltaje. Hay que preguntarse cuál es el factor detonante del drama: está en la simbiosis impensada de la periodista con las actitudes prostibularias de las chicas. Va creciendo su acercamiento y su profesionalismo deja paso a una empatía con sus conductas. Este artículo que busca para la revista será definitorio en su propia vida, muy rutinaria.

Es también interesante cómo la directora Szumowska nos muestra sin retaceos el placer sexual de algunas mujeres cumpliendo con las tareas hogareñas más cotidianas. Destacamos una secuencia particularmente exultante: Anne prepara la cena para su marido y colegas laborales y, mientras desmenuza mariscos con el fondo del vibrante Gloria de Vivaldi, un hipérbaton cinematográfico osado pero eficaz.

Juliette Binoche apuntala el hilo de esta historia con la tácita presentación de su rostro, su sonrisa casi de Gioconda. Y las dos jóvenes son la joven belleza que brota de cada situación, tanto en un cuarto a plena luz del día como en la amplitud de un parque.

El film es atrevido y, en definitiva, es una suerte de afilado bisturí que se mete en la vida conyugal de la protagonista. Una incisión profunda en Anne y en sus actitudes como esposa y profesional que cambiará la suerte de todos. Interesante, inquietante, provoca un respingo en el alma del espectador.

Carlos Pierre

VACACIONES EXPLOSIVAS

De Adrian GRunberg. Con Mel Gibson, Dolores Heredia, Kevin Hernández, entre otros. Música de Antonio Pinto. Duración: 96 minutos.

BUENA. PARA ENTRETENERSE A LOS TIROS CON MEL GIBSON. POLICIAL FUERTE CON ESTEREOTIPOS BIEN LOGRADOS PERO NO MUCHO MÁS

Mel Gibson es autor del guión de este film de traficantes y ladrones que unen la frontera norteamericana con la mexicana, en la baja California. Una de tiros con agregados. Bien se puede pensar que la carrera de Gibson tiene un importante declive por lo que hay que echar mano a la creatividad para superar el alejamiento de los grandes estudios y de los grandes contratos, consecuencia de una desatinada vida personal.

Prófugo de la justicia de su país, Gibson encarna a un “gringo”, “Driver”, que logra salvar su vida tras una tremenda persecución en su país y atraviesa la muralla que separa ambos países, cayendo brutalmente en medio de tierra mexicana. La policía local lo traslada hasta “El pueblito”, una cárcel que alberga familias y marginales por igual, cercada por francotiradores. El ambiente es durísimo, y la ralea del mundo parece haberse reunido allí. Esta circunstancia tan poco amigable le permite, sin embargo, a este “gringo” tener la amistad de un chiquito cuya madre se prostituye y por quien será capaz de muchas cosas a lo largo de la narración. Descubre el sentido de la lealtad, de la amistad y hasta la calidez del amor adulto luego de un sinfín de penurias, muchas de ellas escenas brutales con muertes a destajo, fusilamientos, prostitución y lo que uno pueda imaginarse.

Si bien se transita por un camino ya conocido, con la voz en off de Gibson narrando sus peripecias, el film logra atrapar desde la óptima de un policial fuerte, aunque sepamos de antemano qué puede pasar. La fotografía no es edificante aunque sí certera para plantearlos todos los estereotipos posibles de los mexicanos buenos y los malos, y contribuye a crear un clima de marginalidad dolorosa por lo real. Los planteos que surgen del film entonces van por un camino diferente a la historia que vemos: la niñez desvalida, la niñez en manos de adultos sometidos, cómo salvar a tanta humanidad de tamaño submundo, ¿es justa una vida en semejante medio?, ¿Hay o no gobernantes para atender estas necesidades? ¿La delincuencia tiene el terreno ganado?¿La prostitución es el único medio para las mujeres de clase social baja?

Surgen muchas preguntas y entendemos que ése es el valor ulterior de esta película en la que Mel Gibson aparece demasiado atildado para vivir en un medio tan poco pulcro, y su mirada sobre el entorno está a medio camino entre el vivir involucrado o buscar una salida de ese lugar. El final es convencional pero, luego de muchas escenas de violencia, da la sensación de un remanso que el espectador necesita. La realización es buena, destacándose la actuación del pequeño Kevin Hernández. Gibson sabe cómo hacerse el pistolero; además hay cierta ligereza en el guión por lo que temas muy graves se toman como cotidianos. O tal vez la cotidianeidad de ese lugar sea así: lo grave de tan grave resulta liviano o sencillo, un tiro y listo. Un film con desniveles pero con mucha acción.

Elsa Bragato

POSESIÓN SATÁNICA

De Ole Bornedal. Con Jeffrey Dean Morgan, Kyra Sedgwich, Natasha Calis, Madison DavenPort, entre otros. Música de Anton Sanko y Nancy Mayor. Duración: 91 minutos.

BUENA. EL DIBBUK HEBREO EN UNA TRAMA DE TERROR

El legendario director del terror Ole Borned aborda el tema del Dibbuk, que en hebreo significa “aferrarse”, un espíritu maligno que habita en una caja de madera, difícil de abrir. Como sea, está al acecho de alguien, en este caso, una inocente criatura llamada Em (Natasha Calis) de quien irá apoderándose en una espiral horrorosa. Sus padres acaban de separarse y en un fin de semana junto a su papá (Jeffrey Dean Morgan, recordado por “300”), éste le compra la caja de madera que determinará cambios insospechados en los personajes y en la trama.

La leyenda de la caja Dibbuk se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue encontrada por un sobreviviente del Holocausto polaco en España. Al fallecer en el 2001, se vendió a sucesivos compradores, quienes padecieron la ira de un “mal inexplicable”. En este film, la historia se basa “en un caso real” y pertenece hoy en día a una tradición judía de fuerte raigambre.

Los verdaderos protagonistas de este film de terror son el padre y su hija, sometida al “apoderamiento” de un espíritu demoníaco, en una transformación gradual que amenaza con la destrucción de su personalidad en forma definitiva. Un rabino “curador” interviene y pone en práctica un exorcismo mostrándose una práctica religiosa que es muy difundida entre los católicos resultado casi una novedad para quienes no profesan la fe judía.

El film tiene vértigo y un suspenso creciente y sin pausa, claves para que una película de este género mantenga atrapado al espectador. Ole Borned logra todos sus objetivos gracias a su veteranía que le permitió el empleo de secuencias ampulosas sin escamotear escenarios que desfilan en un sinfín. El final es abierto y esto nos hace suponer que bien puede haber una segunda parte. Entretenido, para ver aferrado a la butaca con la novedad de una historia real y el descubrimiento para el gran público de la caja Dibbuk (hay algún antecedente cinematográfico pero no recurrente).

Carlos Pierre

jueves, 23 de agosto de 2012

EL LEGADO DE BOURNE Y LA DESPEDIDA, ENTRE LOS ESTRENOS DEL JUEVES 23 DE AGOSTO


 
JUEVES 23 DE AGOSTO DEL 2012.-

Hay cinco estrenos. No comentamos “Tinkerbell y el secreto de las hadas” ni “Historias que solo existen para ser recordadas” (Argentina, Brasil y Francia).

CUANDO LOS CHANCHOS VUELEN

De Sylvain Estibal. Con Sasson Gabay, Baya Belal, Myriam Tekafa, entre otros, Música del grupo argentino Aqualatica. Duración: 98 minutos.

REGULAR. UN CHANCHO COMO EMBLEMA DE LA PAZ EN UN RELATO A MITAD DEL ABSURDO Y LA RESOLUCIÓN TRAGICÓMICA

Pudo ser un film diferente de no apelar a la insólita aparición y desaparición de un chancho que bien podría cambiar el título por el de “Los chanchos vuelan”. Pudo ser un film político dado que se da en la franca de Gaza entre israelíes y palestinos. Pudo ser. Lo que tenemos es una historia novedosa con muchos cabos sin atar que son los que nos llevan a ponerle esta calificación, regular.

Un pescador palestino de Gaza, Jafaar, encuentra en sus redes de pescador un chancho de cuero negro y se ve en figurillas para ocultarlo, luego alimentarlo y hasta travestirlo como oveja para pasear con él. La comedia tragicómica estaba planteada. Pueblos que no comen la carne de cerdo pueden ser misericordiosos ante este regalo del cielo, o del mar en este caso, y tener un chancho como mascota. La resolución del planteo inicial no es creíble y las vicisitudes del personaje principal, a cargo del actor Sasson Gabay, conocido “La visita de la banda”, no tienen resolución verosímil. De esta manera se enfrenta a grupos del ejército israelí, a terroristas palestinos, y a vecinos que le dan distintas soluciones (absurdas), desde fusilar al chancho hasta travestirlo.

El film nos muestra la vida de pueblos sufridos y en esto hay que rescatar la fotografía y el planteo social: pescadores de vidas paupérrimas, miserables casas, pobreza alarmante. El problema está en el guión que busca tantas opciones para darle una salida al pescador y su chancho que no encuentra un final creíble.

Pocas veces llega tanto al público como al cronista la problemática de filmar con animales y lo que éstos sufren. Pudo o no ser el caso del chancho del film, pero no nos gustó la manipulación que, en principio, no pareció lastimar al animal. De una comedia tragicómica pasamos al absurdo total (“Jafaar” en manos de terroristas, cargado de explosivos a punta de fusiles, y las insólitas propuestas de una vecina) y nos quedamos, al final, con las manos vacías aunque se intente buscarle un sentido: el de la paz entre pueblos sometidos a luchas inadmisibles. El chancho era una bandera de paz, salvo que los pueblos en pugna tienen en común no comer cerdo. Pudo ser, pero no fue nada.

Elsa Bragato

EL LEGADO DE BOURNE

De Tony Gilroy. Con Jeremy Renner, Rachel Weisz, Edward Norton, Joan Allen, entre otros. Música de James Newton Howard. Duración: 135 minutos. Basado en la novela de Eric Van Lustbader, tomando los personajes de Robert Ludlum.

BUENA. A LA SOMBRA DE BOURNE, BUSCANDO CAMINO PROPIO. CONFUSA Y ELECTRIZANTE

Tony Gilroy fue el guionista de la saga de Bourne, que dirigió Paul Greengrass y protagonizó Matt Damon, una historia de espías preparados para asesinar de las mejores que tengamos memoria. Pero los libros originales de Robert Ludlum se terminaron. El famoso novelista norteamericano falleció en el 2001 y, entre sus 23 novelas negras, estaban El caso Bourne, de 1980; El mito de Bourne, de 1986, y El ultimátum de Bourne, de 1990. Sobre estos originales trabajó Gilroy para los films con Matt Damon. En esta oportunidad, como el director y el protagonista se negaron a continuar la saga, se lo nombró director y al mismo tiempo, junto con su hermano, guionista. Investigó en diferentes archivos todas las situaciones posibles sobre los agentes espías, los “preparados” para matar y los laboratorios afectados a la CIA, supuestamente, con sus diferentes oficinas en New York, la central de Virginia, Londres, entre otros países. En estos laboratorios, especie de “panic room” con cerrojos inviolables, se trabaja para mantener a estos soldados especiales bajo condiciones de vida fuera de lo común pero saludables. Medicación de diferente índole les deben ser suministradas a fin de no caer en convulsiones y morir. Y se plantea “el caso Bourne”: no se comprende cómo en tres años hasta su desaparición no se hizo controles ni necesitó pastilla alguna para sobrevivir.

El ingenio de Gilroy, que lo tiene y mucho, permitió unir instancias iniciales de Bourne, el ultimátum, y esta historia paralela del agente Aaron Cross, encarnado por el eficiente Jeremy Renner. Sin mostrar el rostro de Matt Damon, se recurre a un llamado que el periodista londinense, desde la terminal Waterloo, realiza a “alguien”. El personaje está a cargo de Paddy Considine como Simon Cross, que trabaja en The Guardian. Y ese llamado lo hace a una persona del equipo que intenta eliminar a Bourne. Muy hábilmente, se recurre al actor Corey Johnson quien es la mano derecha del equipo que está suprimiento a estos agentes porque los programas son “extra CIA” y hay algo que se salió de cauce. El “Blackbriar”, el “Outcome” y el temible “Treadstone”, entre otros.

El film tiene una impronta similar a las anteriores con Matt Damon: una recorrida rápida por diferentes locaciones, Alaska, Londres, New York, Manila, Virginia, Seúl, dándole notable vértigo. Y aquí nos detenemos: este vértigo, característica de la saga, pierde cierto sentido en la narración en el comienzo. Se menciona a Bourne en forma constante y, por otro lado, está Aaron Cross batallando por sus pastillas y agentes secretos que intentan ayudarlo pero que, en definitiva, quieren eliminarlo cumpliendo las directivas del “bureau” de la “extra CIA”. Es decir, si bien resulta atrapante, también el guión da algunos tumbos que confunden al espectador.

Hasta que ancla en la doctora Marta, a cargo de Rachel Weisz, quien ha quedado viva de milagro luego de una larga secuencia de tiroteos en el laboratorio donde trabaja. Hay saltos en el guión, o elipsis en todo caso, que nos permiten “elucubrar” cómo Aaron Cross llega, tras ser buscado incluso por aeronaves no tripuladas, a ese laboratorio sin ser baleado ni bien puso un pie en el lugar. En fin, licencias del cine.

Luego de este encuentro, el guión se endereza y asistimos al vértigo de la saga, a comprender que hay varios agentes como Bourne (si volvemos a ver el último film con Damon, comprendemos que ese personaje está vivo…) y que no todos tienen su mismas ansias de recuperar la memoria. Al menos, Aaron Cross la mantiene y no le pesa, solo quiere sobrevivir a la persecución. La última hora de la extensa película es a todo o nada, con una magnificencia en la filmación propia de Hollywood, un montaje que nos parece más que difícil pero logrado, y actuaciones verosímiles. Electrizante, nos mantiene con los ojos bien abiertos de principio a fin y llega a buen puerto, ése tan buscado que le permite a Tony Gilroy realizar dos películas más (La traición de Bourne, 2015, y El castigo de Bourne, 2016) con este legado de Bourne que ni el mismo creador literario, Ludlum, imaginó. El cine puede concretar la fantasía más inimaginable para entretenernos.

Elsa Bragato

LA DESPEDIDA

De Juan Manuel D’Emilio. Con Carlos Issa, Natalia Lobo, Héctor Díaz,Fernando Pandolfi, entre otros. Música de Christian Basso. Duración: 87 minutos.

BUENA.

El fútbol y su mundo vuelven a ser tema de un film y, por lo tanto, atractivo en estas latitudes. En este caso, se trata de la despedida del fútbol de un jugador amateur, un goleador cuyos goles están ya muy en el pasado. Nunca fue famoso, y solo jugó en un modesto club. Enfermo ahora y sentado en el banco de suplentes junto a dos entrañables amigos, quiere salir a jugar como titular a manera de despedida. El partido es en Mar de Ajó, Costa Atlántica, y todo el trayecto hasta allí está invadido por las confesiones de “José” (Carlos Issa) y sus amigos “Fede” (Rifle Pandolfi) y “Rossi” (Héctor Díaz), en una pequeña casa rodante. Será el último partido. Los tres llevan sus “mañas” con la intención de sacar a los titulares y ocupar sus puestos. Hay una muy válida conexión entre los viajantes y el paisaje agreste. En este caso, hay encuadres abiertos que engrandece las escenas.

En el caso de la banda sonora, por momentos abusa de la estridencia quitándole el clima necesario. No obstante, la pequeña historia personal está bien planteada por Juan Manuel D’Emilio: el último partido, la despedida de un jugador que ama el fútbol, los compañeros de siempre, y el conflicto familiar: su esposa “Andrea” (Natalia Lobo) quiere tener un hijo pero no sabe por la situación emotiva por la que pasa su esposo.

El film es agradable, emotivo, sensible. Y es un buen paso de D’Emilio. Se pasa un buen momento.

Carlos Pierre

jueves, 16 de agosto de 2012

EL MOLINO Y LA CRUZ, LOS INDESTRUCTIBLES 2, DOS MÁS DOS, LA ERA DEL ROCK, ESTRENOS DEL JUEVES 16


JUEVES 16 DE AGOSTO DEL 2012.-

Hay cuatro estrenos.

EL MOLINO Y LA CRUZ

De Lech Majewski. Con Rutger Hauer, Charlotte Rampling, Michael York, entre otros. Música de Lech Majewski y Jozef Skrzek. Polonia-Suecia. Duración: 91 minutos.

EXCELENTE. UNA JOYA DEL CINE PARA ADMIRAR BASADA EN UNA OBRA DEL GRAN BRUEGHEL

El multifacético realizador polaco Lech Majewski tardó tres años en completar este film donde recrea el cuadro “El camino al calvario” del pintor flamenco Pieter Brueghel (1528-1569). Se trata de una obra maestra del cine, una joyita, para cuya realización utilizó un método basado en la combinación digital de imágenes en tres formas diferentes. Los actores se colocaron enfrente de una pantalla azul que luego se integró con la fotografía realizada en locaciones de Polonia, República Checa, Austria y Nueva Zelanda, y, con un telón de fondo de la obra pictórica (llamada también “La cruz a cuestas”, que se encuentra en el Museo de Viena), pintado en lienzo por el propio Majewski.

Sin duda, fue una tarea titánica porque en el cuadro de Brueghel hay más de 100 figuras humanas que están desperdigadas en un extenso paisaje, acorde con los preceptos de los pintores flamencos, quienes pintaban las costumbres populares a diferencia de los pintores italianos, que preferían las figuras humanas por sobre el entorno.

Brueghel, con el acoso español, pintó el calvario de Cristo en su propia tierra, en esa Flandes de la Reforma protestante, ocupada brutalmente por España. Fue un pintor filósofo, que utilizaba la alegoría en medio de las más simples costumbres del pueblo. Ocultaba en el mismo cuadro su verdadero significado. Había que desenmascararlo con un análisis.

En el film, la gente común baila, ríe, vive su vida indiferente al dolor de Cristo quien, solo en medio de la multitud, va con su cruz a cuestas. Se ven jinetes de capa roja que son los soldados españoles, crueles y despiadados como símbolo de la Inquisición de España.

En lo alto de una montaña está emplazado un enorme molino que viene a representar a Dios, el creador de todas las cosas, y desde allí observa el calvario de su hijo, Cristo, abandonado a los hombres. Se trata de una gran metáfora de Brueghel que resistió la ocupación hispana en 1564, precisamente el año de esta realización pictórica, resaltando en esa gigantesca obra la libertad de Fe, de religión.

Rugger Hauer compone a Pieter Brueghel, llamado “El viejo” (tuvo tres hijos pintores), mientras que Charlotte Rampling es la Virgen María y Michael York, el amigo del pintor, un crítico y coleccionista de arte.

Lech Majewski es un artista notable, cabal, de vasta trayectoria en el cine (más de 10 films), así como en el arte y en el teatro. En este caso, además de la laboriosa dirección, realizó el guión, la fotografía y la música.

No nos equivocamos al afirmar que cada fotograma de esta película es un cuadro parcial del paisaje despreocupado, en apariencia, y a la vez agónica del gran Brueghel. Es un film que provoca admiración por la enorme capacidad artística de Lech Majewski. Y nos permite preguntarnos de cuánta belleza es capaz el cine cuando los objetivos superan lo comercial y se aferran a dos grandes y fundamentales valores: la ética y la estética. He aquí un gran ejemplo.

Carlos Pierre



LOS INDESTRUCTIBLES 2

De Simon West. Con Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Chuck Norris, Jean-Claude Van Damme, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, entre otros. Música de Brian Tyler. Duración: 102 minutos.

BUENA. JUEGO MORTAL ENTRE EL BIEN Y EL MAL CON HÉROES Y VILLANOS DEL CINE DE ACCIÓN. PARA FANÁTICOS Y PARA AFERRARSE A LA BUTACA

De la vigorosa mano de Sylvester Stallone, esta segunda parte de Los indestructibles aparece con más acción y aventura que la primera. Baste como ejemplo la escena inicial a modo de abertura sorprendente por el juego mortal que desatan estos tipos formidables, como recién salidos de un cómic mitológico y sangriento, donde todo reluce con el fuego de las armas y el resplandor de los cuchillos.

Cuando Mr. Church (Bruce Willis) encomienda a Los indestructibles un trabajo en apariencia simple para estos mercenarios de la vieja escuela (a la manera de aquéllos estupendos “los doce del patíbulo), la tarea no sale bien y uno del equipo, el más joven y recién incorporado es muerto por la banda comandada por Jean-Claude Van Damme. Entonces comienza la revancha como un mandato impostergable, desmantelando una amenaza inesperada (cinco toneladas de plutono, mucho más que suficiente para cambiar el equilibrio del poder en el mundo).

Los indestructibles 2 se comenzó a filmar en Bulgaria en el 2011 y se completó en Hong Kong y Nueva Orleans a comienzos de este año. Gran parte porque NV Image/Millennium Films es, desde el 2006, el nuevo dueño de los Estudios Boyana Films, privatizados a raíz de los cambios políticos producidos en esa región europea.

Con un total de 13 estudios y la particular y variada geografía de Bulgaria, que incluyen espectaculares cavernas subterráneas, capaces albergar la entrada de un avión en sus entrañas, se ha provisto al film de una espectacularidad envidiable y atrapante.

Sarcasmo, bravuconadas, acción a la antigua, como la misma veteranía de estos héroes, se van derramando a lo largo de la película. El hidroavión es un ariete cotra los malos (en este caso, Van Damme) y logran la ayuda inesperada y solitaria de Chuck Norris.

Un verdadero juego mortal entre el bien y el mal se desata en el segundo aeropuerto más grande de Bulgaria, en Plovdiv, como juegos devastadores de artificios y gran impacto visual. Auténtico remate a tanta acción que no decae en ningún momento, para beneplácito de los seguidores de estos titanes de carne y hueso ya de todos los tiempos.

Carlos Pierre

DOS MÁS DOS

De Diego Kaplan. Con Adrián Suar, Carla Peterson, Julieta Díaz, Juan Minujín, Alfredo Casero, entre otros. Música de Iván Wyszogrod. Duración: 103 minutos.

BUENA

Estamos frente a una comedia erótica que apunta a la materialización de las fantasías de dos parejas amigas. La formada por Diego (Adrián Suar) y Emilia (Julieta Díaz) se siente conmocionada e invadida por la propuesta de la otra pareja, Betina (Carla Peterson) y Richard (Juan Minujín, sobrino de Marta Minujin. La idea es poner en práctica el cambio de parejas.

Los dos maridos son dos afamados cardiocirujanos y ambos poseen un próspero sanatorio. A pesar de la profunda amistad, Diego es más estructurado que su colega, tiene un hijo adolescente y bajo ningún modo quiere afrontar el desafío sexual. Su esposa, Emilia, está aburrida por la rutina sexual y le pide que se conviertan en “swingers amigables”. Diego se siente acorralado y solo acepta un “ensayo”. Es interesante el planteo del guión porque, jugando al límite, hay resultados insospechados y movilizadores de la sexualidad apagada aún con las reticencias de unos y la apertura mental de otros.

Diego Kaplan, quien había dirigido a Adrián Suar en “Igualita a mí”, lleva la comedia con mano segura permitiendo que los actores demuestren su oficio y también sus respectivos carismas. Se suma el director de fotografía Félix Monti (comparte los dos Oscars ganados por el cine nacional en Hollywood), mientras que la directora de Arte, Mercedes Alfonsín, le confiere un refinamiento a la ambientación, resultando elegante y prolija a la vez.

Por la temática, se necesita que los cuerpos de los actores estén desnudos pero se llega a un límite adecuado, que no molesta y jamás se cae en lo explícito y burdo. Jamás se muestra un pecho a pleno, por ejemplo, permitido en films para todo público. Ni se cae, ni de casualidad, en la procacidad del cine condicionado, lo que habla muy bien del manejo de cámaras, de la fotografía estudiada y del planteo de la filmación de las escenas.

Otro logro de esta película es el haber prescindido de la impronta televisiva, a la que es tan afecta nuestro cine, dejando de lado los tics y lugares comunes de una realización de ese tipo.

La comedia está lograda y va a tener un buen rédito en la taquilla.

Carlos Pierre

LA ERA DEL ROCK

De Adam Shankman, escrita por Justin Therous, Crhsi D’Arienzo y Allan Loeb, basada en el musical de D’Arienzo ofrecido en Broadway. Con Alec Baldwin, Tom Cruise, Paul Giamatti, Julianne Hough, Diego Boneta, entre otros. Duración: 127 minutos.

BUENA. UN MUSICAL CON INESPERADOS PROTAGONISTAS, PARA PASARLA BIEN SIN ANALIZAR MUCHO

Si no se es muy exigente en las actuaciones de la joven generación, estamos ante otro musical que se disfruta a pesar de varios clishés, de bastante previsibilidad, pero divertida y tierna al fin. Definitivamente, La era del rock entretiene y nos muestra facetas increíbles de Alec Baldwin y de Tom Cruise.

El film se ubica en 1987, justo cuando se editó “Appetite for destruction”, el primer álbum de Guns N’ Roses. No obstante, suenan canciones posteriores a ese año, especialmente “More than words” y “I remember you”. Y está dirigido por Adam Shankman, el mismo del otro musical “Hairspray”, que tanto éxito tuvo en cine y en la versión teatral de Broadway y en la nacional también.

Una joven del interior, “Sherrie”, encuentra de casualidad a un futuro astro del rock, “Drew”, surge el amor en medio de canciones y especialmente del bar Bourbon Room, en pleno Sunset Street, que regentea un ya canoso rockero, Dennis Dupree (Alec Baldwin). Hay cierto descuido en el lugar donde la liberalidad de los 80, como consecuencia directa de los “hippies” de los 60, es abierta, y el negocio roquero no pasa por su mejor momento. Pero un inquieto representante, Paul Gill (el impagable Paul Giamatti), promete la llegada el gran astro del rock, un tanto decadente, Stacee Jaxx (Tom Cruise, que muestra su torso cincuentón y no queda nada mal), mujeriego y drogón como pocos que busca el gran amor. Mientras tanto, no menos de tres hermosas chicas, diferentes cada vez, sacian su fogosidad. En medio de idas y venidas, de la necesidad de levantar el lugar, surge la figura de Alec Baldwin, diferente, con su peluca de cabello largo, y una homosexualidad reprimida, características opuestas a su personalidad por lo que hay que destacar su actuación.

Tom Cruise nos sorprende con su roquero, muy al estilo de los Guns N’ Roses, exagerado pero divertido. El Hollywood del rock de ese entonces surge entonces con paneos breves de lugares clave como el Chateau Marmont, propiedad hasta 1985 de Regina Sarlot de Bragato.

La actuación de la pareja protagónica deja mucho que desear. Se los nota titubeantes, casi sin convicción por momentos. Pero, por otro lado, están los tres monstruos de Hollywood (Baldwin, Cruise y Giamatti) que aportan solvencia actoral “todo terreno”. Como antecedente de esa década, no debemos olvidar Saturday Night Fever (1977), que tuvo no solo música y danza sino también un costado social importante. Aquí no hay costado social como moraleja, salvo la del personaje de Catherine Zeta Jones, una puritana que dará que hablar, en el papel de la moralista esposa del gobernador de California, Patricia Whitmore. Bien, demasiado delgada, con momentos musicales que presagian lo que uno ya empieza a prever.

No obstante estos bajones en el guión y en algunas actuaciones, el film entretiene y tiene cierto sabor nostálgico que no viene mal.

Elsa Bragato



domingo, 12 de agosto de 2012

GALARDÓN "PARDO" DEL FESTIVAL DE LOCARNO 2012, GANADORES

Leopardo de Oro: La fille de nulle part, de Jean-Claude Brisseau, Francia
Premio especial del jurado: Somebody Up There Likes Me, de Bob Byington, EEUU
Mejor dirección: Ying Liang por Wo Hai You Hua Yao Shuo (When Night Falls), Corea del Sur/China
Mejor interpretación femenina: An Nai por Wo Hai You Hua Yao Shuo
Mejor interpretación masculina: Walter Saabel por Der Glanz des Tages, de Tizza Covi y Rainer Frimmel, Austria

Premio del público – Piazza Grande : Lore, de Cate Shortland, Alemania/Australia/Reino Unido

Cineastas del Presente: Inori, de Pedro González-Rubio, Japón

Ptros Pardos:
Cortometrage internacional:

The Mass of Men, de Gabriel Gauchet, Reino Unido

Mención especial: Los Retratos, de Iván D. Gaona, Colombia

jueves, 9 de agosto de 2012

EL OTRO FÚTBOL, LA FUERZA DEL AMOR, REHÉN DE ILUSIONES, ABRAHAMLINCOLN CAZADOR DE VAMPIROS, EL VENGADOR DEL FUTURO, ENTRE OTROS ESTRENOS JUEVES 9 DE AGOSTO


JUEVES 9 DE AGOSTO DEL 2012.-

Hay seis estrenos en fílmico en Buenos Aires.

EL OTRO FÚTBOL

Documental de Federico Peretti. Música de Julián Gómez. Duración: 94 minutos.

BUENA. INTERESANTE DOCUMENTAL SOBRE EL FÚTBOL SIN MEDIOS ECONÓMICOS

Estamos frente al fútbol pobre de ascenso, sin marketing ni dinero como tienen los clubes de otras divisiones superiores. Aquí se documenta, con muy buen criterio y gran trabajo, el sacrificio y el amor a la camiseta desde Ushuaia a la Quiaca, desde el oeste al este del país. Las modestas ligas del interior del país, luchando contra las inclemencias del tiempo, jugando a la intemperie en la nieve o bajo un calor insoportable. Desfilan personajes sacrificados como el caso del jugador que gran parte de su día laboral es conductor de colectivo o bien el caso de un referí que se gana la vida como taxista. Les falta apoyo y dinero pero les sobra convicción y pasión por el fútbol.

El realizador Federico Peretti, que también hace fotografía deportiva, tardó 3 años en filmar este documental que nos muestra la cara modesta del deporte favorito de los argentinos. Sorprende y emociona la actitud de dirigentes y jugadores que no cambiarían por nada del mundo esta pasión deportiva. Y nos hace pensar en la ayuda que se necesita en el interior para que el deporte sea, como lo ha sido siempre, un elemento socializante para los chicos y jóvenes. La pregunta va de suyo, ¿quién tiene la plata, dónde va, por qué tanto desamparo? Buen documental.

Carlos Pierre

LA FUERZA DEL AMOR (THE LADY)

De Luc Besson. Con Michelle Yeah, David Thewlis, entre otros. Música de Erica Serra. Duración: 127 minutos.

BUENA. BIOPIC DE LA ACTIVISTA BIRMANA AUNG SAN SUU KYI EN UN RELATO EMOTIVO

Luc Besson nos presenta una biopic de la reconocida activista birmana Aung San Suu Kyi, poniendo énfasis en el amor que profesó y recibió de su esposo, el inglés Michael Aris, y cómo esta notable mujer, criticada y elogiada a la vez, orientó su vida hacia su vocación.

Resulta interesante la propuesta de Besson porque toma datos biográficos pero no cae en el documental al resaltar desde el punto de vista cinematográfico, desde el punto de vista de la narración audiovisual, la pasión y devoción que se profesó este singular matrimonio a lo largo de la vida de Aung, escindida entre su cautiverio en Birmania y la lucha y resistencia de su esposo en Oxford, Gran Bretaña, al cuidado de sus dos hijos varones.

El guión fue elaborado a lo largo de tres años por Rebecca Frayn, sin dejar de lado ningún detalle de esta notable mujer que luchó por la libertad de su país (actual República de Kyanmar), gobernada por despóticos y crueles generales. Michelle Yech tomó con verdadero acierto la piel y el alma de la líder birmana. Estudió durante seis meses los textos en birmano (un idioma muy difícil por la gran cantidad de consonantes), si bien la ayudó en parte su facilidad para estudiar idiomas y hablar en varios, como el Malayo y el Mandarín.

Luc Besson logró apartarse de la rigidez de la biografía, y lo consiguió a través de la pasión política y valores éticos del persona protagónico, cualidades que se resaltan en el film en secuencias por demás emotivas. Por ejemplo, cuando Aung San Suu Kyi pasa con valentía a través de una barricada de soldados que la apuntan o bien cuando, estando recluida en su casa natal birmana, escuchó a través de una radio a pilas su premiación al Premio Nobel de la Paz, en Oslo, frente a dos mil personas y la impactante melodía del Canon de Pachelbel.

Su liberación definitiva ocurrió en noviembre del 2010, estando cautiva más de diez años consecutivos. En plena filmación de la película, el rodaje fue un motivo más para ayudarla en su liberación. No obstante, fue imposible realizar el film en Birmania debido al régimen dictatorial y se la realizó en Tailandia, cuyo paisaje se parece notablemente al birmano.

Aung San Suu Kyi es la hija del héroe de la independencia Aung San, asesinado cuando ella tenía dos años. Y recordamos, además, que Birmania era colonia británica. En diciembre del 2011 la Secretaria de Estado de USA Hillary Clinton visitó a Aung en Birmania. Dos líderes femeninas mundiales unidas.

El film es muy interesante porque se aleja del drama político de Aung centrándose en la difícil situación personal de la líder birmana, que debió elegir entre su pasión política y la vida familiar, aún siendo madre. Solo el amor pudo sostenerla, el amor de un hombre y su absoluta fe en el hogar y en las decisiones de su esposa, presa a miles de kilómetros. De allí el título en castellano que justifica plenamente, mucho mejor que el título en inglés, el significado del film de Luc Besson.

Carlos Pierre

REHÉN DE ILUSIONES

De Eliseo Subiela. Con Daniel Fanego, Romina Richi, Mónica Gonzaga, Atilio Pozzobón, entre otros. Film del 2009. Música de Osvaldo Montes. Duración: 85 minutos.

REGULAR. DEMASIADO DESNUDO EN MEDIO DE CLISHÉS ROMÁNTICOS

En la línea de “El lado oscuro del corazón” (1992) o bien de “El resultado del amor” (2007), Eliseo Subiela continúa con un cine poético y poblado de metáforas. En esta realización del 20009 ha tenido alguno que otro tropezón. No dudamos del acierto en la idea medular de la historia, pero no nos resultó muy convincente (y esto es cuestión de gustos y de subjetividad) la concreción de la misma porque encontramos que falla en el tratamiento, en el desarrollo, de los dos protagonistas: Pablo, un escritor sesentón, en la piel de Daniel Fanego, profesor durante 10 años de Laura, encarnada por Romina Richi, quien es fotógrafa y lo seduce. He aquí algunos elementos de las secuencias que no nos convencieron: el comportamiento hierático, los parlamentos cortantes, sin pasión, y los frecuentes desnudos de cada cita oculta. Mónica Gonzaga compone a la esposa de Pablo, y se la presenta como una mujer más cercana a la galería de arte que dirige que a los requerimientos amorosos de la pareja, dejándole así el camino abierto a la pasión de su esposo por la joven de 35 años.

Los lugares comunes abundan: Laura vive en un departamento lindero a un cuartel del Ejército, siente un profundo odio por la dictadura militar dado que su padre, encarnado por Atilio Pozzobón, ha sido un agente de vigilancia.

Es decir, vamos encontrando endeblez en el guión que, al no tener un apoyo sólido en el guión y en los parlamentos, provocan quiebres en el clima buscado. Por ejemplo, no convencen los ataques psicóticos de la joven que aparece y desaparece de la vida del escritor, empeñado en concretar una novela sobre esta pasión que lo consume.

Nada hay nuevo bajo el sol, es cierto. La cuestión reside en hacerlos creíbles desde algún otro lado que no nos recuerde que ya lo vimos, que es más de lo mismo. Está justamente latente en todo el film esa sensación de que no hay nada nuevo, de que todo se repite una y otra vez, dando la sensación definitiva de una suma de hechos únicos de manera prosaica, es decir, viéndose la costura.

Subiela es un realizador de portentosa imaginación, poblada de sugestión y henchido de amor. Pero en este film estas fantásticas cualidades están desvanecidas apoyándose de manera altisonante en la actitud de los dos amantes que oscilan entre la locura y el amor carnal más que en su propia capacidad metafórica. También notamos que en el cine nacional hay una predilección por las escenas fuertes, como sucede en tantas telenovelas, y no es lo habitual en el cine internacional donde, con excepciones, se sugiere más que mostrar. Todo esto contribuye a crear un clima de cansancio por lo reiterativo. Nada que decir de los actores que cumplen con eficacia sus roles; el tema está en el tratamiento de sus respectivos personajes y en la inserción de los mismos en un guión endeble y con parlamentos nada atractivos.

Carlos Pierre

CUENTAS DEL ALMA – CONFESIONES DE UNA GUERRILLERA

Documental guionado de Mario Bomheker y Carmen Guarini. Duración: 72 minutos.

REGULAR. TESTIMONIO DE UNA EX INTEGRANTE DEL ERP

“Cuentas del alma, confesiones de una guerrillera” es para los judíos una actitud de reflexión comprendida entre dos de sus fiestas religiosas. Además, este documental de Mario Bomheker ha sido rodado en Israel. Y se centra en un reportaje, prácticamente con cámara fija, a Miriam P., realizado en el 2008.

La protagonista de este relato padeció el momento más cruel y oscuro de la represión de la dictadura militar en la Patagonia. Cuando fallecieron sus padres en un accidente, Miriam abandonó sus reuniones sabatinas de la colectividad judía para incorporarse a las filas clandestinas del ERP. Un aciago día fue destinada a Tucumán como inexperta guerrillera, según sus propias palabras, siendo herida y capturada en el combate contra una patrulla del ejército dictador. Para salvar su vida, aceptó una declaración pública de arrepentimiento por televisión. Por ese motivo, fue salvada y enviada al Paraguay donde residió unos años. Desde allí partió a Madrid (acompañada por el recientemente destituido presidente constitucional Lugo). Y desde 1983 reside en Israel, donde se filmó el documental, incluso en su propio domicilio.

De su relato, encarado muy televisivamente, se desprende su calvario: la violación, el deambular por el Paraguay donde estudió y recibió ayuda. Sin embargo, de esta confesión a cámaras y en un largometraje se desprenden preguntas inevitables y poco agradables de hacer: ¿Miriam P. es una traidora a la lucha armada o al ideario del ERP o es, además de una víctima innegable, una mujer con el talento para poder sobrevivir a tanto horror?

Sin duda, rescatamos su heroico testimonio y el hecho de que haya una sobreviviente más al horror de esa época en la que miles de desaparecidos no han tenido la oportunidad en ningún momento de hablar porque lisa y llanamente los mataron. Es difícil tomar partido, nos quedan dudas, aún teniendo en cuenta el coraje de Miriam P. (no entendemos por qué se oculta su apellido cuando se muestra su rostro frente a cámaras) para decir una verdad que no muchos se atreverían. Sí nos hacemos una pregunta final: ¿murió alguien a raíz de la actitud de Miriam P.? Es una pregunta inevitable aunque… no sabemos cómo uno puede actuar en situaciones límites como las padecidas por Miriam. De todas maneras, el documental, por contenido y por realización, no nos convenció.

Carlos Pierre



ABRAHAM LINCOLN CAZADOR DE VAMPIROS, 3D

De Timur Bekmambetov, basado en el libro Seth Grahame- Smith, autor del guión. Con Benjamín Walker, Mary Elizabeth Winstead, Jimmi Simpson, Dominic Cooper, entre otros. Música de Henry Jackman. Duración: 105 minutos.

BUENA. EXTRAÑA RELACIÓN ENTRE ABRAHAM LINCOLN Y LOS VAMPIROS CON GRAN IMPLICANCIA POLÍTICA

Es curiosa la transformación de quien fuera presidente de los Estados Unidos en los comienzos de la década del 60 del siglo XIX (1861-1865), abarcando 45 años de la vida del mismo, desde 1820 a 1965, como cazador de vampiros: un buen día y de manera bastante azarosa según el guión de Grahame-Smith, se transforma en líder republicano y es presidente de su país. Pero no abandona su lucha contra los muertos-vivos en venganza por la muerte de su madre a causa de éstos.

El film tiene maestría en la realización y se ve la mano del productor Tim Burton detrás de la buena dirección de Timur Bekmambetov, un aliado de la estética “burtoniana”. La historia comienza cuando el pequeño Abraham salva de los latigazos a un compañerito afroamericano y ve morir a su madre como venganza de ese hecho heroico a manos de los vampiros. En el Sur de USA quienes esclavizan son vampiros. He aquí el subtema que el telespectador no debe desaprovechar para darle un contenido más profundo al film.

El guionista tomó datos exactos de la vida de Abraham Lincoln: su casa en Springfield, hoy museo, donde los Lincoln vivieron 17 años, así como la batalla de Gettysburg, acaecida en 1863, seguida muy cerca desde la Casa Blanca por Lincoln que era presidente sin abandonar su caza de vampiros. Aquí hay una escena que nos llamó la atención: la Casa Blanca aparece con la cúpula a medio hacer y, según la historia, se terminó de construir en el 1800, siendo reconstruida en 1812. Da la impresión de que, en el momento en que Lincoln estaba viviendo allí, estaba lista y su esposa no había encarado la construcción de ningún “ala”, como sí hicieron otras primeras damas. También es correcto, desde el punto de vista histórico, su casamiento pero no se muestra a toda la familia del ex presidente sino a su primer hijo varón, muerto también a manos de vampiros. En realidad, Lincoln tuvo cuatro hijos, de los que le sobrevivió uno, de gran inteligencia.

Para el personaje Abraham Lincoln, la libertad de los esclavos fue su misión en la vida pero partiendo de la base de que los vampiros del sur eran los esclavistas. Entendemos que de allí pudo mantener, según el film, su oficio de cazador aún siendo primer mandatario. Un vampiro “bueno” le enseña trucos para manejar hachas y valerse de municiones de plata, y estas secuencias están muy bien aprovechadas por la técnica 3D. Surge entonces la maestría en la realización de la que hablábamos, señalando dos secuencias impresionantes: la estampida de los caballos, mostrada con cámaras a la altura de los animales y la meteórica corrida sobre los lomos de los animales de Lincoln y el vampiro villano. Es una secuencia extensa que estremece. La otra secuencia que destacamos es la del tren que debe pasar por un terraplén de madera, altísimo, con bosques abajo incendiados que van quemando los sostenes de madera. Impresionante, electrizante.

La estética “burtoniana”, mencionada también, tiene que ver con los episodios violentos y esa sangre que tanto complace mostrar a Tim Burton en pantalla gigante, cayendo gota a gota con un rojo intenso, densa, espesa, que da la sensación de salpicar a la platea. Y, por si fuera poca la implicancia política del film, el mapa de los Estados Unidos se delinea en pantalla con sangre, estado por estado. A buen entendedor…

El film es visualmente sorprendente, si bien el guión resulta endeble. La historia es respetada solo en detalles puntuales y resulta extraña la combinación de un presidente tan querido por los norteamericanos con un cazador de vampiros lisa y llanamente si no le damos una connotación política que, por otra parte, salta a la vista aunque los realizadores no lo hayan mencionado en múltiples reportajes. Para el guionista y escritor de la novela homónima, esta dualidad de Abraham Lincoln fue obra del azar: en el 2009 se encontraba de gira promoviendo una de sus novelas y en las librerías vio dos temas por sobre los demás, los relativos al bicentenario del nacimiento de Abraham Lincoln y los temas de vampiros como la saga Crepúsculo. Y de allí tuvo la idea de unir a Lincoln con un cazador de vampiros.

Finalmente, agregamos que Benjamín Walker, en el papel del décimosexto presidente de Usa, es impecable porque dota a su personaje de humanidad, extrema por momentos. Mary Elizabeth Winstead compone a la esposa de Lincoln pero hay cierta endeblez en su personaje, especialmente cuando fallece su primogénito, una escena por demás tocante. Interesante, apasionante en muchas secuencias, un entretenimiento que se deja ver, con la grandiosidad del 3D.

Elsa Bragato

EL VENGADOR DEL FUTURO (TOTAL RECALL)

De Len Wiseman. Con Colin Farrell, Kate Beckinsale, Jessica Biel, Bryan Cranston, Bokeen Woodbine, Bill Nighy, entre otros. Música de Harry Gregson-Williams. Duración: 118 minutos.

REGULAR. RE-MAKE DE “TOTAL RECALL” CON ARTILLERÍA DE EFECTOS ESPECIALES

No está mal, es entretenida y, como en todos estos films, uno puede sacar algún subtema política que los realizadores dejan al alcance de la mano con la sutileza de las metáforas, a veces no tan crípticas. “El vengador del futuro” es la remake del film de 1990 “Total Recall”, basado en textos de Philip K. Dick, uno de los escritores de ciencia ficción más reconocidos de USA y con varios títulos en la pantalla grande como Blade Runner y Minority Report. En este caso, la remake se basa en el cuento titulado “We can remember it for your wholesale”, algo así como “Podemos recordarlo por usted al por mayor”. En 1990, el apasionado por el cuento fue el director Paul Verhoeven que eligió a Arnold Schwaarzenegger y Sharon Stone, y en el 2012, el apasionado es Len Wiseman que dota al film de un arsenal de efectos especiales para los que no es necesario el 3D, basta y sobra con lo que se ve en pantalla.

En este sentido, el film es ganador nato. Se recrean solo dos pueblos con vida en la tierra luego de una extinción masiva: el de “La colonia” y el de la Federación Unida de Bretaña, ¡qué casualidad!, como dominante de los obreros que viven tan mal en el lado opuesto. En “La colonia”, una mezcla de Hong-Kong con una Venecia destrozada, conviven negros, blancos y amarillos, hacinados, sometidos a unos guardias robotizados que controlan las malolientes calles a punta de pistolas supersónicas. Ningún ambiente acogedor o agradable, simple subsistencia como se puede. La prostitución está en su máximo apogeo, aparecen mujeres con injertos de pechos (tres pechos para atraer más, supuestamente), corta secuencia que mueve a risa.

Douglas Quaid es el personaje central a cargo de Colin Farrel, bien en su actuación, dúctil como pocas veces, casado con la bella Lori, que encarna Kate Beckinsale, si bien no se sabe si es un robot espía o una tierna esposa conmovida por las pesadillas de su marido, quien no sabe a qué atribuirlas. Son tantas y tan feroces que decide “cambiarse” los recuerdos en la compañía “Rekall”, donde se descubre que no es quien dice ser y que, seguramente, sus pesadillas tienen relación con sus enormes conocimientos de luchas y por ser un experto exterminador de malvados.

Muchas veces los obreros, como Quaid, deben trasladarse a la Federación y lo hacen en una especie de subte que atraviesa el centro de la tierra. En la Federación se vive como en la Londres actual y en sus barrios más ricos. Allí arman los robots que luego los controlarán. Pero todo cambia para Quaid y comienzan entonces escenas de luchas tremendas, atractivas porque mantienen al espectador en vilo, en medio de un mundo que da pena ver. Por momentos, se tiene la sensación de ver en movimiento una espectacular maqueta de pisos superpuestos a la buena de Dios, como si fuese un gran villorrio construido con cemento a la vista, sin terminar. Es ingenioso el “subte” inventado para el film, más allá de esta sensación de maqueta que se tiene.

Hablábamos al comienzo de una connotación política: es inevitable preguntarse si el film, ésta versión al menos, no es acaso una crítica abierta al colonialismo británico (curiosamente, nadie habla de USA) y un reflejo del levantamiento de los pueblos contra la opresión de los colonizadores. Más que metáfora, como dijimos, aquí hay una comparación directa con algunas realidades del mundo actual. Por lo demás, hay peleas, muertes, explosiones, como para entretener todo el tiempo.Nadie se aburrirá aunque todo no sea más que una suerte de secuencias ya vistas pero mejor realizadas.

Elsa Bragato

jueves, 2 de agosto de 2012

ATRACO", AMIGOS INTOCABLES, TERROR EN CHERNOBYL, ESTRENOS JUEVES 2 DE AGOSTO


JUEVES 2 DE AGOSTO DEL 2012.-

No comentamos el film animado nacional “El sol” ni “El camino del vino”.
¡ATRACO!

De Eduard Cortés. Con Guillermo Fanego, Nicolás Cabré, Daniel Fanego, Amaia Salamanca, Jordi Martínez, Oscar Jaenada, entre otros. Música de Federico Jusid. Duración: 110 minutos. Coproducción argentino-hispana.

BUENA. A MITAD DE CAMINO DEL POLICIAL Y DE LA COMEDIA

La idea es muy buena. La realización, la puesta en escena de la misma, no lo es tanto. Eduard Cortés optó por un estilo muy clásico pretendiendo resumir las características de vida la década del 50. Mucho. El guión se basa en un hecho real: en 1956 dos argentinos con pasaportes chilenos asaltaron la joyería Aldao ubicada en la Gran Vía. Fueron capturados a los pocos días y se los condenó a 23 años. Lograron fugar y fueron apresados y acribillados a balazos.

En “Atraco!” el robo a una importante joyería madrileña tiene otro objetivo: resguardar las joyas de Eva Perón que Perón, en el exilio panameño, mantenía celosamente custodiadas, a fin de evitar que cayeran en las manos de la esposa del general Franco, doña Carmen Polo, quien solía quedarse con joyas espectaculares sin pagarlas. Y ya les había “echado el ojo”. Un ayudante de Perón, encarnado por Daniel Fanego, y quien fuera chofer de Evita, “Merello”, a cargo de Guillermo Francella, pergeñan un atraco a la joyería que ha tomado en calidad de “empeño” a las mismas a fin de tener dinero para comprar la casa de Perón en Madrid. El ayudante de “Merello”-Francella es un jovencito que “cae” del cielo (Nicolás Cabré) en la finca. Todos peronistas de ley (el personaje de Cabré tiene alguna relación más con el de Fanego que luego complicará la situación), organizan este atraco que seguirá el lineamiento trágico del hecho original.

El film comienza con una toma demasiado teatral aunque puede considerarse efectiva para situar al espectador. La narración comienza a fluir en torno de las joyas de Eva Perón y cómo evitar que caiga en las manos de la sedienta y frívola Carmen Polo, tal como se la presenta. El armado de la historia entonces cae en zonas que la alejan del policial: por momentos tiene secuencias semirománticas, en otras se detiene en musicales de un cabaret que nos hace pensar más en los films de los 80 nacionales que en un policial, que tarda en aflorar.

Las actuaciones de Daniel Fanego y Guillermo Francella son excelentes; en el caso de Fanego, el actor tiene posibilidad de encarar fibras sensibles muy interesantes. Con respecto a Francella, es dúctil como pocos frente a cámaras, y ambos hacen creíbles sus roles. En relación a Nicolás Cabré, tiene buenos momentos pero no puede evitar los tics de sus personajes en Pol-ka a los recurre más de una vez no siendo lo más conveniente. Por momentos, está el personaje de “Sin código” y no el que se necesita ver.

Hay altibajos notorios en la narración. Se “rallenta” más de la cuenta, pero no dudamos de la atracción tanto de la idea del film como del elenco, además del controversial tema de las joyas de Evita, quien aparece en fotografías de la época sin que medien razones valederas más que las sentimentales de los protagonistas. Tampoco tiene explicación coherente, más que el que pueda otorgar una elipsis narrativa, la situación final de Fanego respecto de Cabré.

La música juega un rol incidental también muy interesante y se ve la vena clásica de Federico Jusid, hijo de Juan José Jusid y Luisina Brando, gran pianista radicado en España. Como datos, la película se filmó en Madrid y costó poco más de alrededor de 4 millones de euros. No es un policial neto, está a mitad de camino de la comedia dramática y romántica y un thriller, que asoma pero no estalla.

Elsa Bragato

TERROR EN CHERNOBYL (CHERNOBYL DIARIES)

De Brad Parker. Con Jesse McCartney, Jonathan Sadowski, Olivia Taylor Dudley. Entre otros. Música de Diego Stocco. Historia original de Oren Peli.

REGULAR. TERROR PARANORMAL EN TIERRAS ARRASADAS POR LA RADIACIÓN

Oren Peli innovó el género del terror con “Actividad paranormal”, de muy bajo costo, casi sin nivel cinematográfico pero muy efectiva. Se unió en esta oportunidad con Brad Parker, quien hace su debut en el largometraje como director. Esta vez el terror está ubicado en Ucrania, donde el 26 de abril de 1986 explotó el reactor número 7 de la Central Nuclear de Chernobyl y produjo una radiació mayor a 400 bombas atómicas, siendo el desastre nuclear más grande de la historia.

El foco del acontecimiento que inspiró el guión de Oren Peli fue la ciudad vecina de Pripyat, que albergaba a los trabajadores de la planta y a sus respectivas familias. De la noche a la mañana, la ciudad fue evacuada, debiendo dejar cada ciudadano todas sus pertenencias. Quedaron vacías casas, fábricas, parques de diversiones, negocios. El desastre producido por la contaminación fue avasallador.

Lejos de quedarse entre cuatro paredes, el guionista pensó en toda la ciudad abandonada como eje de un terror insospechado, aparentemente inhabitada, si bien el transcurrir de la narración nos mostrará que no hay tanta soledad.

Seis jóvenes norteamericanos, de viaje por Europa, deciden hacer un “tour de riesgo” a instancias de uno de ellos que vive en Ucrania. Este tour es “extremo” y está conducido por un guía nativo. La meta es la ciudad abandonada, pero cercada por el ejército cuyos puestos de vigilancia no permiten el ingreso. Pero el guía busca un atajo por el bosque, inhóspito, poblado de perros hambrientos, donde hay un lago con peces voraces y agresivos.

Este turismo extremo, denominado también “shock”, distante de los habituales a museos y monumentos históricos, transcurre por un laberinto de túneles abandonados y con acechanzas crecientes.

En este sentido, está muy bien lograda la utilización de sombras y sonidos que aturden y desorientan a los turistas y meten miedo en el espectador. El film se torna atrapante y en ningún momento se vislumbra el motivo de tanto suspenso o del horror reinante en la ciudad de Pripyat.

Sin duda, Oren Peli acierta una vez más en el manejo de un guión de terror un tanto diferente a los tradicionales, aunque los clishés del género están. Otro ámbito pero el mismo terror, otras circunstancias pero todos jóvenes en una encerrona. Para los amantes del género, es una vuelta de tuerca positiva.

Carlos Pierre

HISTORIAS BREVES 7

Nueve cortometrajes: “Cenizas” de Gwenn Joyaux, duración: 10 ‘, 2012; “Fábula”, de Agustín Falco, duración: 13 ‘, 2012; “Crónica de la muerte de Paco Uribe” de Santiago Canel, duración: 11’, 2012; “La última parada” de Nadia Benedicto, duración: 11’, 2012; “En carne viva”, de Federico Esquerro, duración: 11 ‘, 2012; “Tres historias cuatro”, de Anahí Farfán, duración: 11 ‘, 2012; “Cuchi” de Emmanuel Moscoso, duración: 10’, 2012; “El hombre rebelde”, de Martín Mainoli, duración. 12’, 2012; “Bajo el cielo azul”, de Martín Salinas, duración: 8.30’, 2012.

No se califica en general a estas nueve realizaciones sino que se destacan las más promisorias a nuestro criterio.

Nueva edición del Concurso del Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (INCAA) que propone a jóvenes cineastas concretar sus realizaciones a escala profesional. Es ésta la séptima edición del ya clásico Historias Breves que comenzó en 1995. De las nueve realizaciones resaltan dos: “En carne viva”, de Federico Esquerro, donde un actor debe interpretar a un asesino en una filmación; la misma transcurre en una carnicería y el actor no logra discernir la ficción de la realidad.

La segunda historia que destacamos es “Bajo el cielo azul”, de Martín Salinas, que se ambienta en el Litoral a la hora de la siesta, con calor y bajo el cielo azul; las niñas cantan y, como muñecas, se acicalan para la futura prostitución.

De tan variada propuesta, cabe hacer hincapié en el desenlace de casi todas las entregas que se valen con el tiro de un revólver o el puntazo de un cuchillo. Es decir, impera la violencia y se la utiliza como resolución de cualquier circunstancia. Este “redondeo” de las historias sí nos llamó la atención, especialmente si nos atenemos a una realidad violenta pero que, por suerte, no dirime su verdad o mentira a los tiros siempre. Algo es algo.

Carlos Pierre

LOS INTOCABLES

De Olivier Nakache y Eric Toledano. Con Francois Cluzet, Omar Sy, Anne Le Ny, entre otros. Duración: 112 minutos.

MUY BUENA. UNA EDIFICANTE COMEDIA BASADA EN HECHOS REALES

Basada en un hecho real, Los intocables fue el film de mayor éxito en Francia en el 2011, una comedia que enfrenta dos tipos de discapacidades, la social y la física, y cómo pueden superarse con humor y voluntad. Un joven senegalés afincado en Francia vive la discriminación social junto a su madre y sus familiares, hasta que tiene la oportunidad de convertirse en la mano derecha de un rico conde que ha quedado parapléjico, cuya vida es amarga y su tiempo se divide entre las sesiones de rehabilitación y la mala relación con su hija. Sus ayudantes son circunspectos y su vida no tiene nada más que transcurrir sin una pizca de alegría o aventura. Al contratar casi de prepo a este senegalés, la rutina del conde cambiará abruptamente. “Phillipe” está acostumbrado a alambicadas sesiones de música clásica en su mansión mientras que Driss disfruta del ritmo de Village People. Su conducta rompe moldes y esto ayuda a que Phillipe empiece a vivir de otra manera y disfrute de la vida con su mano derecha, conductor y ayudante y, a los postres, amigo.

Hay secuencias de enorme ternura que, por lo mismo, arrancan risas: el concierto en el salón de la mansión, la música de Vivaldi, y la yapa que impone sin dejar pensar el simpático gigante Driss con un tema de los Village People bailado hasta por las señoras más copetudas. O el insólito viaje a las montañas donde Phillipe y Driss se lanzan a practicar aladeltismo. Nada es imposible cuando hay voluntad y ganas de vivir.

El contexto social del film nos ayuda a pensar en la Francia actual, donde la inmigración africana es muy importante desde hace años y ya hay segundas generaciones de muchos exiliados. No obstante, no tienen las mismas condiciones laborales ni las mismas oportunidades que los galos. He aquí un análisis crudo, veraz, en medio de una historia de amistad que barre con el modelo que, como trasfondo, se muestra. También nos hace ver el acomodamiento interior de las sociedades europeas por la inmigración desde África, proveniente de ex colonias o bien de países empobrecidos por la misma mano occidental a la que ahora apelan por ayuda.

La historia de Phillipe y Driss es el mejor ejemplo de que no hay imposibles cuando son los individuos los encargados de superar los escollos sociopolíticos y que éstos además no son inamovibles. Cuando existe un severo impedimento físico, el amor y la buena predisposición pueden salvarnos de una muerte espiritual y hasta mejorarnos en las afecciones que padezcamos. Siempre en clave de humor, Los intocables (el conde por su posición social, el senegalés por su origen) nos refrescan el espíritu mostrándonos cómo se derriban los impedimentos cuando nos animan los mejores sentimientos. Edificante film, bien realizado, muy bien actuado.

Elsa Bragato